Adelaida estaba boca arriba, mientras que Roberto la penetraba con tanta fuerza que sentía que la partiría por la mitad. La cama donde se acostaron chirriaba por las embestidas y, al momento cumbre del coito, las patas se rompieron. Eso sorprendió a ambos ya que era la primera vez que reventaban una cama. Se levantaron y vieron que el mueble no resistió a la intensidad de su pasión. Segundos después, Adelaida se llevó ambas manos en la entrepierna porque le dolía un montón esa zona y, con los ojos llorosos, le reclamó a Roberto diciéndole: - ¿Qué te sucede, amo? ¡Estás actuando como un bruto! - ¡No me pasa nada! ¡No seas pesada! – respondió Roberto, dándole la espalda. Adelaida abrió la boca de la sorpresa ante la agresividad de Roberto. Éste, a su vez, se percató d