Ejércitos y Restitución

3595 Words
Ejércitos y Restitución Capitulo Primero -¡Por favor su majestad acepte mi fuerza y derrote a nuestro enemigo para que sea sellado el inframundo!— Los demonios que conformaban legiones a lo largo profundo y ancho de los infiernos divididos en 11 infiernos. Estaba rogando por la supervivencia de los infiernos, ya que si el Rey Arcángel desterrado del trono celestial antes de la creación de los seres humanos llegase a ser liberado acabaría con todo lo existente en el mundo espiritual y material arrastrando al inframundo y a las tinieblas de afuera ¡A los infiernos mismos! El líder de la batalla estaba exhausto pero escuchaba la súplica de su plebeyo, por lo que al escucharla y analizarla le exclamo: -¡Tú que has batallado y gobernado junto con mi padre desde antes de la creación de hombre! Te aseguro desde hoy, que triunfaremos en contra de nuestro poderoso enemigo desterrándolo a él, antes que nos envié directo a sus dominios, obtendremos la victoria aun así tendrá que entregar mi inmortalidad a la causa y mi doncella quede libre de las garras del Rey Arcángel— Todo en su interior tiembla descomunalmente, sus fuerzas se han ido debilitando, su cuerpo no se regenera desde la última batalla surgida en el día Seasgad Aon (61) Desea encontrar un respiro en la guerra, pero sus tropas han sido mermadas casi claudicadas. No encuentra el punto débil que Abigor sirviente de los infiernos le mostro en el último viaje efectuado eso ya hace dos siglos atrás, antes de descender a las profundidades del inframundo para derrotar al enemigo que tiene por delante. Una de las legiones de su padre se acerca a rendirle tributo al ser que está a punto de caer derrotado ante su doncella que espera ansiosamente ser liberada por su amante y esposo. La legión que lo visita ve que está sumamente herido, sin haberse podido regenerar desde hace días. Por lo que nuevamente la cuarta parte de la legión que lo visito se sacrifica para curar y restaurar su cuerpo inmortal, pero que va en decadencia. ¡No tiene más remedio más que aceptar la ayuda de su ejército! Al principio se rehúsa en hacerlo, no quiere perder más de sus soldados en batalla, pero es muy necesario el liderato de su Príncipe Guerrero al mando de las legiones y huestes infernales. Uno de ellos, de los sacrificados se acerca a su Príncipe diciéndole. -¡si habéis visto majestad el punto débil de Abaddon está en su zona media! Desde ahí podemos atacar y aunque perdamos unos cuantos más usted ¡Al fin lograra vencerlo!— -¿Vosotros creéis que es eso lo que quiero? ¡Ya no deseo perder más espíritus en esta cruel batalla!— -¡Pero es nuestra última oportunidad su majestad! ¡Por favor acceda!— Abigor muy preocupado se acerca de inmediato y le muestra el camino a tomar hacia adelante dejándole en claro el objetivo y el plan de ataque. -¡Mi señor Faraher así podremos derribar a nuestro enemigo de frente seguidme y así lograremos salvar a amante de su majestad!— De inmediato el súbdito del Príncipe incorporo su espíritu a la vida del líder haciendo que restaurara parte de sus heridas acompañado de sus demás hermanos que se sacrificarían a la causa. Abigor servidor y amigo estaba al frente de la batalla dando de si todo lo que podía dar, no se flagelo ni retrocedió un solo centímetro ante los constantes ataques recibidos. Abigor Exclamo a todo pulmón y vientos que soplaban en los infiernos: -¡Aun no es el fin! ¡Adelanten filas e ir de frente a vuestro enemigo!— Mientras todos se acercaban a su objetivo Abigor se quedó a lado de Faraher pronunciándole: -¡Vamos mi señor llenaos de gloria y poder que tenéis que cumplirle la promesa que le hicisteis a vuestra doncella y que llevas clavada en tu tercer corazón!— -¡Abigor amigo mío! Si no llego a salvarle, liberara y llevadla a un universo donde nadie pueda encontrarle jamás, ¡Júramelo!— -¡Se lo juro mi majestad! ¡Pero de seguro saldremos con vida de esto!— 1,200 años atrás. . . . . . . . . Escocia año 979 después de Cristo Fiordo de Forth al sudeste de Escocia. En ese pequeño pueblo donde los nativos del pueblo se dedican a la pesca, caza de animales salvajes para sobrevivir y comerciar. Forges conoce a Asteris, con quien se casa a la edad de 22 años llevándola a vivir a su choza. Ella con tan solo 17 años de edad queda embarazada, era algo común en los pueblos incluso menores que ella ya poseían dos hijos. Matrimonios muy jóvenes que se veían obligados a buscar ayuda cuando los padres varones morían en campos de guerra o se iban en busca de una mejor ciudad para su familia y ya no regresaban al ser devorados por bestias y espíritus que atormentaban a los pueblos. Algunos de ellos al encontrar mejores oportunidades ya no regresaban obligando a si a sus hijas jóvenes que consiguieran marido entre los pobladores incluso con otra esposa de por medio para subsistir en esa región desolada y fría. En donde los inviernos eran muy intensos y si no se poseía la ayuda de un varón, muchas jóvenes o incluso ancianas morían por falta de apoyo entre sus comunitarios. Forges creció junto a su madre, después que su padre falleciera atacado por una bestia del frondoso bosque que envolvía muchos secretos y encantamientos. El bosque de Fiordo de Forth, era muy temido por sus pobladores que en los linderos de sus terrenos colocaban cubetas de madera llenas de sangre y otros artilugios para evitar que tanto bestias como espíritus malignos llegaran a tocar sus casas por las noches. Forges no era supersticioso, creía que todo estaba en la imaginación de los demás, ¡Nunca dejo ni hizo nada al respecto! La madre de Forges murió cuando el cumplió 18 años, por lo que ahora dependía de sí mismo como lo había hecho desde los 12 años, con la única diferencia que no tenía a quien defender o alimentar. Los ejércitos de otras naciones llegaban a los pueblos a buscar hombres fornidos listos para las batallas contra los vikingos de la época o incluso en contra de los ingleses que se querían apropiar de sus tierras. Pero para fortuna de Forges no entraba en esa lista al ser catalogada como “Débil” por lo que en más de una ocasión se libró de ser llevado al campo de batalla a entregar su vida. Al cumplir los 21 años se enamoró de Asteris Joven que vivía con sus dos padres pero que estaba en edad para ser poseída o reclamada por cualquiera del pueblo. Asteris tenía muchos pretendientes pero entre todos eligió a Forges, con la bendición de sus padres Asteris contrajo matrimonio con Forges para que a los dos meses del matrimonio quedara embarazada. Forges soñaba con un varón, pero era de corazón noble y espíritu fuerte, lo que llevo a clamarle a Odín y a Thor sus Dioses nórdicos más queridos -¡Padre Odín, Padre Thor! Escuchad mi ruego concededme el favor mi corazón, haz que nazca un hijo varón del vientre de Asteris, pero aceptare vuestra voluntad, si eso es lo que desean— Al concluir su embarazo había llegado el día en el que daría a luz adelantándose unas semanas al parto. La joven de 17 años primeriza llevaba en su interior un enorme propósito de vida que daría vida a otro propósito divino o más bien infernal, pero que en cualquiera de las dos circunstancias cambiaría el rumbo de la vida y de la historia tal y como se conoció hasta ese día. Los padres de Asteris estuvieron presentes en el parto pero nada aliviaba el dolor de parto que estaba sufriendo. -¡Madre ayúdame! No soporto este dolor, siento que mi bebe no saldrá de mi vientre— -¡No hija, no digas eso! Clama ayuda a Freyja— -¡Eso intento madre! Pero me es imposible concentrarme en este angustioso dolor que estoy padeciendo— Esa noche del parto los vientos soplaron, los truenos cayeron uno tras otro a cada costado de la casa donde se estaba dando parto. Forges creyó fervientemente que era Thor el que se encontraba dando fuerza a Asteris para dar a la luz a su hijo que venía en camino. Forges suplicaba por el bienestar de sus hijo o hija y de su esposa Asteris, pero aun así con sus suplicas no mejoraba el parto. Un llanto ensordecedor se escuchó, gritaba más que los mismos vientos y los truenos, Forges entro de prisa a preguntar por Asteris. -¿Cómo se encuentra Asteris? ¿Puedo ver al bebe? ¡Díganme que nació del vientre de mi esposa!— Al parecer todo había estado normal, no había de que preocuparse, Asteris a pesar de su parto muy difícil y de varias horas, había dado a luz a una criatura sana y fuerte. Al ver el sexo de la criatura confirmaron que Asteris había dado a luz a una hermosa hija. La criatura que Forges había engendrado en el útero de Asteris había sido Hembra, por lo que de cierta forma Forges decayó en su ilusión, pero de igual manera agradeció a sus Dioses la llegada de su hermosa hija. Forges creyó que con la fuerza que había nacido la criatura era porque había sido dotada de fuerza interior por el mismo Thor. Todo era felicidad de momento, la criatura después de haber sido reconocida por Forges fue devuelta a su madre, que con mucho esfuerzo y fuerza de voluntad había dado vida a una criatura que parecía indefensa, sin aun saber el destino que traía consigo tras su nacimiento. Ese día no solo había nacido una niña más o una mujer más en la aldea de Forth, ese día había nacido el comienzo de una increíble aventura para el resto de la vida que traería consigo en el futuro. Forges estaba ebrio de felicidad, junto a su suegro padre de Asteris salieron a la taberna más cercana a festejar el nacimiento de su hija y nieta. ¡Pero Horas más tarde el destino cambiaria! Asteris tenía en sus brazos a su hija a ¿Quién? Ella había exclamado que quería que llevara el nombre de Blaire, que en su lengua significaba: Llanura, Fiera de batalla. Asteris quería que llevara ese nombre ya que la niña había luchado con todo lo que tenía en su indefenso ser por nacer y salir de su vientre al mundo frio y tormentoso que se vivía en esa actualidad. Asteris comenzó a sentir que algo no estaba bien en su vientre y al ser revisada por la partera, se percataron que Asteris había sufrido de una apertura anormal en su v****a lo que había provocado una hemorragia. -¡Señora, Su hija necesita atención medica! Esto no lo puedo solucionar aquí, debemos llevarla al pueblo próximo para que le curen— -¿Pero porque? ¡No te distes cuenta cuando salió la criatura! Ahora mi hija está en peligro, hay que ir de inmediato— Asteris se estaba desangrando tras el parto y no había como sanar o saturar esa herida que le estaba provocando dolor y muerte a la joven Asteris. La madre de esta con la partera envió a llamar al padre y esposo para que fuera llevada a una localidad cercana en donde pudiera atenderla de emergencia. El enviado llego a la taberna dando avisos desesperados. -¡Forges, tu esposa está herida! ¡Necesita atención inmediata por un médico!— -¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué esta herida? ¿Mi hija se encuentra bien?— -¡Si! Solo apresúrate porque ella necesita ser levada de inmediato la pueblo siguiente para que sea atendida— El padre de Asteris y Forges se levantaron de inmediato, corriendo juntamente con el mensajero para llegar hasta la choza donde se encontraba su esposa e hija. Al verla derramada en sangre proveniente de su vientre, la subieron de inmediato a una carreta halada por dos caballos. Forges acelero la marcha tratando la manera de evitar que se golpeara al ser transportada en la carreta. La angustia era feroz, el miedo que embargo a Forges era grande, no quería perder a su amada Asteris así de la nada, la amaba tanto que era capaz de sacrificar su vida por querer que ella fuera libre y salva de todo peligro en el que se encontraba. Mientras en la parte de atrás de la carreta el padre con la madre intentaban mantener despierta a su hija, era una lucha contra la muerte, una carrera contra la muerte que estaba montada sobre ellos en todo el trayecto hacia el pueblo más cercano donde hubiese un médico capaz de atenderla. Forges vio una cabaña la cual tenía la señal del médico, fue ahí donde la llevo de inmediato. La descendieron de la carreta envuelta en sangre, la hemorragia no había cedido a pesar de los vendajes. El medico al verla, se sorprendió que aun estuviese con vida, Asteris se estaba aferrando a la vida por desear ver a su crecer entre sus brazos. Forges la llevo cargada manchándose de sangre, eso no le importaba en lo absoluto, era ¡Su esposa! Su adorada y noble esposa la que iba grave y herida de muerte. Entonces Forges grito desesperado con lágrimas en su rostro: -¿Dónde la pongo doctor? ¡Dígame! No la deje morir por favor, le doy todo lo tengo, ¡Pero sálvela por favor! No la deje morir— El medico viendo la situación grave en la que se encontraba Asteris, respondió no queriendo dar falsas esperanzas al joven Forges. -¡Hare todo lo posible por favor déjame solo!— Forges la deposito en la cama donde el doctor atendía a sus pacientes, cerró la puerta tras él, rogándole a Odín y a Thor que salvaran a su esposa, entre sus oraciones no falto el ruego a Freyja Diosa de la magia y de la muerte, rogándole que no se lleve a su esposa al Valhala. Abandono la casa del médico y se postro en el camino en esa noche helada que congelaba los huesos gritando desesperadamente. -¡Freyja, Diosa de la muerte y de la magia! ¡No me quites a mi esposa también! ¡Apiádate de mí y devuélvele la vida con tu magia a mi esposa!— En ese momento tras varias veces de clamar y rogarle a Freyja, una luz en medio del camino alumbro su rostro y una imagen de una hermosa Mujer apareció frente a Forges. Este no creía lo que sus ojos estaban apreciando, dudo por un instante creyendo que estaba en un sueño, pero al voltear su mirada y ver que estaba en el mismo sitio, se quedó observando a la mujer que estaba por delante de él. De esa luz salió una dulce voz que le dijo: -¡Hoy he sido envida por un alma! Porque el destino de otra alma ya está escrita, ¡Tú puedes cambiar ese destino y condenarte a llevar una vida de miseria y desesperación! hoy pongo ante ti la elección de vida que quieres llevar. ¡Eliges a tu Esposa Asteris! O ¡Eliges a tu hija Blaire!— Forges se quedó asombrado, era más que obvio que él no deseaba perder a ninguna de sus dos mujeres, lo que Freyja le estaba dando a entender y Forges lo sabía, era que si elegía a su esposa ¡Nunca más podría volver a procrear un hijo o hija con nadie más! En cambio sí elegía a su hija llevaría una vida en paz disfrutando del fruto del amor que le había entregado a su esposa Asteris. Sin duda era una decisión bastante difícil, aunque su corazón estaba por completo del lado de Asteris, su alma se partió en dos al llevar en su recuerdo inmediato el rostro de su recién nacida Hija. De pronto a la par de Freyja se asomó otra luz incandescente el cual se asemejaba a la silueta de su esposa Asteris. Freyja abrazo esa silueta en señal que ella ya había decidido por Forges, acercándose a Forges exclamo: -¡Esposo mío! Fui muy feliz a tu lado durante estos 11 meses que compartimos una vida, pero deseo que cuides de nuestra hija, cuida por mí a Blaire, quiero que lleve ese nombre porque ha sido una guerrera al mantenerse con vida a pesar de las adversidades, fui envidiablemente feliz a tu lado y a nuestra hija le corresponde ser feliz ahora a tu lado, ¡Siempre te estaré esperando con Freyja en el Valhala no lo olvides!— Entonces Forges abrazo la silueta entrañablemente despidiéndose de su esposa de su adorada y amada esposa Asteris diciéndole: -¡Espérame en el Valhala! Mientras tanto cena a lado de Odín y Thor, reservándome un lugar para cuando sea mi tiempo de partida— Se dirigió también a Freyja: -¡Diosa suprema de la muerte y de la magia! Concédeme el favor de preservarla vida de mi hija Blaire, para que pueda cuidar de ella con todo el amor de su madre— Al momento desaparecieron en la oscuridad de la noche, en ese momento exacto se acercó su suegro dándole la mala noticia, Asteris había abandonado su cuerpo, fue la muestra de amor más grande que una madre realizo por su hija en esa noche que quedaría marcado el destino de Forges con su hija Blaire. Envolvieron el cuerpo de Asteris en pieles, una encima de la otra para que su viaje al Valhala como era su creencia y religión, tras lo vivido por Forges, fuera su partida bien recibida por Dioses Nórdicos que recibían en sus brazos a sus hijos. Salieron de ese pueblo donde no quedaba más que decir, el llanto de la madre era insoportable, pues habían perdido a su única hija quedándoles dos hijos varones, pero no tendría más a su hija querida llena de amor para dar y nobleza que la caracterizaba. Al amanecer destinaron el lugar en donde la entregarían en el funeral de despedida, como eran de recursos humildes no poseían los grandes lujos con los que en otros lugares despedían a sus seres amados hacia la partida al Valhala. Pero construyeron la hoguera donde se consumiría el cuerpo de Asteris, la rodearon de todas las flores silvestres del campo, las más hermosas y las favoritas de ella. Sus padres sacrificaron dos de sus bueyes en ofrenda a los Dioses, mientras que Forges sacando de sus pertenecías, saco un collar de su madre el cual sería entregado como ofrenda de amor y agradecimiento por permitirle quedarse con su hija Blaire. El pueblo se reunió al considerarse una fiesta para escoces que creía en los Dioses nórdicos y que estaban más que convencidos que serían transportados al Valhala a la hora de su muerte. Las campanas se escucharon al medio día, el sol daba directo hacia el altar donde estaba el cuerpo de Asteris. Una enorme luz en forma de corona cayó sobre de su cuerpo, al verla todo el pueblo se colocó de rodillas aduciendo que un Dios estaba coronando la muerte de su hija Asteris lo que también significaba que a través de su muerte estaba el futuro de muchos y tras su muerte había dejado un heredero que traería consigo la maldición o bendición al pueblo. Pero lejos de ser una maldición, era un cambio de vida, era el nacimiento de un rey en la tierra por medio de la muerte de Asteris solo que eso era secreto y aun no nacería el Rey en la tierra. Pero no sería el nacimiento de un Rey humano como cualquiera hubiese podido pensar, ese nacimiento era de un Rey espiritual que llevaría la marca del destino en su espalda por la misma Freyja y otros Dioses o Reyes infernales que muy pocos conocían de sus existencia. Para muchos Freyja era sinónimo de Lilith en la tradición o mitología judeo cristiana, por lo que Freyja y Lilith podrían ser la misma persona, por la cual por voluntad de ella nacería un Rey espiritual en la tierra. Los pobladores sabía que eran una familia bendecida a través de la muerte de su hija, por lo que después del funeral y haber estregado el cuerpo de su hija al viento y los Dioses y haber depositado en las aguas las cenizas. El pueblo se unió y fortaleció nombrándolos a los padres de Asteris como duques de la región. Mientras Forges fue considerado un Rey sin corona pero muy respetado, los padres de Asteris se hicieron cargo de Blaire por lo menos en tres años, hasta que fueron visitados por la muerte dejando a cargo a Forges de su hija de tres años. Desde entonces Forges alimento, educo y forjo el destino de su hija, representando valor y orgullo en el pueblo. Era muy respetado en el pueblo Forges y nadie se atrevía a tocar a su hija, ella fue creciendo y cada vez que Salía de casa los que pasaban junto a ellos se alejaban en muestra de ¿respeto o de temor? Al poder ser alcanzado por una desgracia por intentar tocar a la damita heredera de una gran misión en la vida.
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