Acariciando con sus dedos el bonito dibujo de un ángel y un lobo sobre la tapa azul del libro que Mattias le había regalado, Casper simplemente no podía dejar de observar maravillado el cuento infantil.
Sin poder contenerse, sus dedos se movieron nuevamente por la firme superficie suave y antes de que se diera cuenta, ya lo había abierto para comenzar a leerlo otra vez.
Al joven omega simplemente no le importaba cuántas veces había leído el cuento hasta el momento, estaba tan enamorado con la historia de amor de los personajes que no podía aburrirse de ella.
Y que el cuento tratara sobre las parejas destinadas solo hacía que le gustara más a Casper, ya que el cuento se lo mostraba de una forma tan limpia, justa y bonita, totalmente diferente a lo que Julian le había contado.
Si lo pens
