Emori
—Hermano, por favor.
—¡Se apareó con él! —Astro grita tan fuerte que todo el palacio tiembla. Sin dudas, todos en el reino sintieron su ira.
—Hermano, sabías que esto iba a pasar una vez que ella lo encontrara.
—¡No se suponía que ella le permitiera marcarla! ¡Ella lo marcó! Después de todo lo que puse en marcha para evitar esto...
Los ojos ampliamente locos de Astro se mueven por todas partes. Tiene intenciones malignas en mente, pero nada de eso es nuevo. Astro mueve su largo cabello oscuro hacia un lado y su intrincada corona brilla bajo la luz del sol que se filtra por la ventana abierta, cegándome momentáneamente.
Suspiraría en voz alta, tan cansada de esta vida, si pensara por un segundo que no me golpearían. Astro no es precisamente el hombre más fácil de tratar, y no im
