Thane
—Vamos, Lyric, háblame.
Mi pareja bufa y rueda los ojos. Está sentada en el tocador de nuestro dormitorio, cepillando su largo cabello. Cuando llegué a nuestra suite, Lyric se había duchado y vestido con un largo vestido de noche blanco y seda. Muestra suficiente escote como para hacerme babear y se adhiere a su cuerpo como una segunda piel. Internamente gimo porque mi cuerpo vibra de necesidad, necesidad de ella.
Observo cómo Lyric trenza su cabello sobre su hombro y lo ata al final.
—Sé que estás enfadada conmigo, cariño. Estoy tratando de arreglarlo, te lo prometo.
Enfadada no es la palabra para describir lo que Lyric sintió cuando le dije que La Bruja había escapado. ¡Diosa, pensé que el castillo se derrumbaría bajo el peso de su rabieta!
—No estoy enfadada contigo, Thane.
