Capítulo 26
Alguien podría verlos y empezar a decir tonterías sobre ustedes.
Esa misma noche, cuando Rosina y Teo se despertaron, fueron juntos hasta el baño y volvieron a bañarse. Justo antes de entrar se dieron cuenta de que Rosina tenía manchado sus muslos de lo que parecía ser semen, alertando a ambos de que no se habían cuidado mientras estuvieron juntos otra vez, cosa que no había sucedido desde esa primera noche, pues después de eso siempre habían usado preservativo.
—Mierda Teo, esto es grave, debemos de cuidarnos siempre. No podemos dejar que vuelva a pasar sin protección.
—Tienes razón, perdóname. Es mi culpa, estaba demasiado distraído como para pensar en ello.
Se disculpó Teo con ella, aunque ella también tenía la culpa de que eso pasara. Era una responsabilidad de los dos
