Capítulo 23
Les pedirás disculpas.
—Ese tal máximo te ha estado mirando demasiado atentamente, ¿no lo crees?
Le preguntó Teo, sosteniendo las caderas de ella, desde atrás.
—Sí, yo también lo noté. Me puso demasiado incómoda y no me gustó como me tuteo, llamándome Rosi.
—Sí, y se lo dejaste bien en claro, hermosa. Si te llega a molestar en otro momento, dímelo. No dejes que porque sea el hijo del socio de Fernando, te moleste de cualquier forma.
Rosina se dio vuelta sonriendo por como él estaba siendo tan atento con ella y poniéndose de puntillas, agarró las mejillas de Teo y lo beso suavemente.
—Me alegro de tenerte aquí a mi lado. No me hubiera gustado tener que estar sola con él, me pone los nervios de punta sinceramente.
Rosina en verdad estaba muy incómoda con esta situación, s
