Capítulo 13 Pues tócame tú también. Cuando Rosina se marchó de la oficina de Teo, dejó a padre e hijo en un ambiente tan extraño donde ninguno sabía muy bien qué decir ante lo que Lisandro acababa de interrumpir. —Bueno, en vista de que no sabes qué decir, yo voy a tener que preguntar… ¿Qué demonios estaba pasando aquí? ¿De verdad solo eran masajes o algo más estaba pasando con Rosina? Dijo Lisandro mirando a su hijo seriamente. La duda sobre lo que estaba interrumpiendo, lo estaba matando, necesitaba una respuesta clara de su hijo que lo calmara de una vez. Tenía que sacar todas esas locuras de su mente. —¿De qué estás hablando papá? Obviamente que no estaba pasando nada. Rosi solo me estaba dando masajes en el cuello y me abrí la camisa solo un poco para que fuera más cómodo para el