Zedrix estaba sumamente enojado, no sabe quien empezó lo que considera una abominación, pero de algo estaba seguro no permitiría que sus hijos se salieran con la suya porque cataloga ese comportamiento como irracional e indebido.
—¡Ya me van a conocer, esos dos me van a escuchar!—dice Zedrix con decepción en la voz.
—¡Espera Zedrix, pueden reaccionar de una manera negativa, no sabemos quién lo empezó, sería mejor que los esperemos en la casa de campaña, terminemos en paz el campamento, cuando lleguemos a casa podemos abordarlos, así les pedimos que nos digan que realmente pasa aquí!—le dice Iris frenando a Zedrix, mientras lo toma por la muñeca.
—¿A caso estas loca? No ves que nuestros hijos están involucrados sexualmente? ¡Esto es inaceptable! No le dimos ese tamaño para que estén haci
