Alex Gutiérrez.
Mi madre se había casado por segunda vez y en esta ocasión vino con dos gemelas menores que yo. Ellas tenías 22 mientras que yo tenía 30. Tengo que admitir que eran guapas y con un cuerpo que te dejaba babeando.
Aunque para algunos les parezca extraño vivía en la misma casa que ellos. Bueno en el mismo terreno porque tenía una casa en la parte trasera que es donde yo vivía. Mi mamá es hipertensa así que en algún momento podía decaer y necesitaba a alguien junto a ella y pues a mí no me molesta a del todo estar con mi madre.
Un día mi mamá y su nuevo esposo decidieron irse de vacaciones por 5 días a la playa dejándome con mis hermanas. Desde que las vi supe que ellas tenían una relación un tanto extraña pero no podía confirmarlo, tal vez solo se llevaban muy bien pero toda duda se respondió cuando llegue de hacer el super y me las encontré en el sofá de la sala lamiéndose el coño entre si.
Deje caer las bolsas sorprendido de lo que veía pero a pesar de que ellas se dieron cuenta de mi llegada no se detuvieron en hundirse las lenguas. Sentí como mi m*****o empezó a ponerse duro adentro de mis pantalones por ver sus hermosas v*****s rosadas y depiladas. Me pase la lengua por los labios viendo como estaban de húmedas y se frotaban entre si.
- Hermano. ¿gustas probar? -dijo Amara que es la que se veía que siempre llevaba las riendas sobre Amelia.
Amara estaba abajo del cuerpo de Amelia con sus manos en sus piernas empujandola hacia su boca impidiendo que se alejara.
Me quite el pantalón y el boxer y con el m*****o duro entre mis manos me acerque a ellas. Le jale el cabello a Amelia alejandola de la v****a de Amara, empuje su cabeza a mi miembros hundiendome en ella. Solté un gemido y una maldición cuando su boca no pudo meter por completo mi m*****o. Me chupe los dedos y los pase por la raja de Amara viendo como su cuerpo se tensaba.
Hundi un dedo en su interior y solo pude escuchar como soltaba un fuerte gemido. Moví los dedos en su interior mientras empujaba más la cabeza de Amelia hasta lo más que le permita su pequeña boca.
- Vamos arriba a una cama.
Ambas asintieron y caminamos hacia la habitación de Amara que tenía la cama más grande y aunque cada una tenía su habitación ellas siempre dormían juntas y ahora ya sabía porque razón hacían eso. Me acosté en la cama y amara se puso encima de mi boca permitiéndome probarla.
- Vamos Amelia. Ponte encima de él.
Sentí las pequeñas manos de Amelia en mi pecho y como sus muslos me apretaron la cadera una vez estuvo ahorcajadas encima de mi. Empezó a masturbar mi dureza arrebatandome varios gemidos contra su intimidad de Amara.
- Vamos hermana. Quiero ver cómo te follas a nuestro hermanastro
- Amara... es tan excitante ver cómo te comen el coño...
Su apretada intimidad me envolvió de golpe sin previo aviso. Le apreté los muslos sintiendo como mi polla era apretada por sus paredes, podía ver el cielo con cada mini movimiento que ella hacía. Era una gloria estar en su interior. Empezó a moverse empujando al abismo que conozco como correrse. Cerré los ojos y me centre en comerme el coño de mi hermanastra. Lleve mis manos a sus nalgas separándolas para poder tener más acceso a ella.
Amara se hinco hacia Amelia y se empezaron a besar mientras las dos movían sus caderas, sentí como mi nariz rozaba con la entrada de Amara y parecía que eso le gustaba porque soltaba suaves gemidos contra su boca. Amelia aceleró sus movimientos encima de mi apoyando sus manos en mis rodillas y hechando su cuerpo hacia atrás.
- Amelia espera... - susurré quitándome el coño de Amara de la boca.
Amelia se quitó de encima y puse a Amara boca arriba con las piernas abiertas, me introduje en ella y era de esperarse que las dos estén así de apretadas. Suspiré acostumbrandome a esta estreches. Amelia se puso en la cara de amara permitiendole lamer y chupar su coño. Jale del cuello a Amelia hundiendo la lengua en su boca sin dejar de mover mi cadera en un compás perfecto que me hacía cosquillas en lo mas profundo de mi ser formando ese nudo en mi parte baja.
Seguí moviendome por unas horas más hasta que me corrí en los senos de Amara y Amelia en mi boca.
Esa misma noche estaban unos amigos de ellas dos en el patio friendo unas carnitas asadas. Amara estaba muy pegada a un chico que se veía un poco más grande que ella y Amelia estaba sola, tan cerca de mi casa. Estaba obscuro donde está estaba. Estaba sentada en una de las tumbonas que usaba mi mamá para ponerse al sol. Salí de mi casa para ir con ella, estaba sin camisa y con un short ya que estaba saliendo de bañarme.
- ¿Porque estás tan sola?
- No tengo ánimos de socializar -se llevo la lata de Cervera a la boca para tomarse un trago.
Le quité la lata y le tomé un trago. Ella se quejó
- oye. Dame mi cerveza yo quiero.
Le di una sonrisa y me acerqué a ella, levanté su rostro con mis dedos en su barbilla y pegué mis labios a los de ella dejando que el líquido de la cerveza se pasara a su boca y algunas gotas cayeran por su cuello hasta sus senos.
- querías cerveza y mira como lo desperdiciaste.
Puse mi lengua entre sus senos y sube lamiendo su cuello por ese camino que formó la cerveza. Si pequeño vestido se subió hasta su abdomen cuando separe sus piernas con mis rodillas. Me puse de rodillas en el césped y haciéndole un lado a su braga hundí un dedo en su interior mientras succionaba su clítoris con mi boca. Se llevó una mano a la boca para no soltar algún ruido.
Empuje sus piernas hasta su cuerpo pegando sus rodillas a su pecho dejándola más abierta. Su braga me incomodaba y sin miedo de la rompí para poder tener más acceso, la folle con los dedos tan duros que sus piernas empezaron a temblar. La puse en cuatro con el pecho en la tumbona y sus rodillas en el césped. con mi mano libre le separé una de sus nalgas para volver a meterle los dos dedos en su interior y follarla rápido y duro. Su boca mordió su propia braga hecha añicos para aminorar sus gemidos. Le agregue un tercer dedo y hasta un cuarto hasta que la tuve temblando y moviéndo su cadera. Termino quedando sentada sobre mi pierna con mi manos bajo de ella.
Con sus manos en la tierra empezó a miver las caderas follandose con mis dedos. Deseosa se bajó los tirantes del vestido dejando sus perfectos pechos a la vista, me saqué mi dureza y con un empujón la regrese a la pose anterior, acomode mi dureza en su entrada y sin avisarle de nada me hundí en ella dejándome llevar por sus paredes tan estrechas y calientes. su mano se estiró hasta el otro lado de la tumbona dejando la espalda ligeramente arqueada.
Voltee a ver a Amara la cual estaba mirándonos mientras se dejaba meter los dedos por el chico con la que la vi. Sus labios estaban entreabiertos y fue cuando me di cuenta que tenía al otro sujeto atrás de ella lamiéndole el a*o. Solté una risa acelerando mis movimientos haciendo que Amelia se quejará pero pudiera más. Sujete sus brazos pegando su espalda a mi pecho y apreté su cuello hundiéndome en ella hasta que no aguante más y la llene por completo.
Al día siguiente estábamos en la cocina y me fue imposible no follarmelas encima de la isla de la cocina. Amara estaba acostada encima de la isla mientras Amelia se acomodaba encima de ella. Tenía sus intimidades enfrente de mi y era tan excitante saber que tenía dos coños para mí. Me subí a la isla y me acomode en ls entrada de Amara mientras follaba a Amelia con mis dedos. Moví mi cadera y con ese mismo empujón metía mis dedos en Amelia.
Ambas gimieron al mismo tiempo rompiendo el beso que se estaban dando. Vi las manos de Amara apretando las nalgas de Amelia y jalando las para darme más acceso. Amelia tenía una mano a lado de la cabeza de Amara para aguantar su peso mientras con la otra le masajeaba el clítoris haciendo que ella se retorciera.
Le di unas cuantas envestidas más hasta que me corría en su interior y ellas junto conmigo.
Al día siguiente lo hicimos en mi casa en mi oficina. Estaba checando unos papeles cuando entraron ellas dos desnudas por completo, yo estaba sin camisa y con un simple short. Amelia fue la primera en acercarse y sacar mi m*****o de mi short y meterlo a su boca. Amara se acercó a mi y me besó mientras yo le apretaba sus enormes senos. Bajo sus besos por mi cuello hasta llegar a mis pectorales y lamer mi pezón y por alguna razón me excito eso.
Puse a Amara sobre mi y Amelia me ayudó a poner mi dureza en su entrada, la penetre con fuerza mientras Amelia me lamía los testículos haciendo que me quiera correr antes de tiempo.
- Amelia ponte de rodillas encima de mi escritorio.
Hizo lo que dije y acerqué mi silla a ella. Puse una de mis manos en sus piernas para no alejarme y pegue mi boca en su entrada mientras Amara seguía moviendo su cadera encima de mi. Solté a Amara una vez sentí que se acomodo y le metí dos dedos a Amelia. Estaba todo incómodo y chueco pero el tener este coño rosado y húmedo para mí hacía que olvidará todo tipo de incomodidad.
Ellas fueron las primeras en correrse y después de chupar con vigor el coño de Amelia me corrí en los senos de Amara.
Y en el último dia, mismo día en el que llegaban nuestros padres estábamos en el comedor. Estaba sentado sobre la mesa con Amelia y su boca en mi dureza y a Amara de pie en la mesa a un lado de mi, tenía una de sus piernas en el aire alzada con mi brazo mientras le hacía un oral. Ella gemia sin parar hasta que se corrió y yo en la boca de Amelia.
Justo en ese momento escuchamos el carro de nuestros padres y apesar de que habíamos dicho que una vez que ellos llegarán esto acabaría sabíamos que no sería así. Tomamos nuestras cosas y nos fuimos corriendo hacia mi casa donde seguimos nuestro momento en mi habitación follandome a las dos usando mi dureza y uno de plástico para la otra