—Lamentablemente debemos proceder a la intervención, Peyton —adujo el doctor Graham—. Hubiera querido poder darte una opción diferente, menos invasiva, menos traumática, pero es necesario para remover ese pequeño problema. No puedo proponerte otra vía, el estudio arrojó que si bien estas casi anestesiada al dolor, el amigo insiste en crecer, era más fuerte que el medicamento que te indiqué para paralizarlo, ha hecho resistencia, y darte un tratamiento más fuerte no ayudará sino a doparse, y no quiero eso sino buscar la manera de sanarte para que puedas seguir haciendo una vida normal.
Petton tomó una respiración profunda para asimilar el diagnóstico y aceptar lo que le esperaba.
—Bueno, ¡qué le vamos a hacer! Si es lo correcto, pues vamos —dijo en voz alta tratando de darse ánimo al escu
