[Capítulo 19: Mi Rose] Punto de vista Boss Moscú, Rusia Horas antes. Tener que salir de casa y dejarla sola no me gusta, quisiera poder pasar el resto de mis días pegado a sus labios, sintiendo su cuerpo contra el mío, pero no puedo descuidar mis responsabilidades por mucho que me encante ella. Pude consentirla un poco, darle de comer como merece y ayudarla a recuperar el peso perdido y además de eso, pude probar sus labios una y otra vez y Rose nunca se me resistió. Aceptó cada uno de mis besos con gusto. No fue fácil tener que alejarme de ella. —Boss —la voz de Ekaterina llega a mis oídos, la observo sin ningún tipo de interés —, ha llegado el cargamento para que puedas revisarlo y darle el visto bueno. Se acerca a mi, sus labios se levantan para darme un beso en la comisura