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GOODMANHAM, EAST YORKSHIRE, 2021 AD
Los dos fuertes cuidadores, acostumbrados a las excentricidades de Liffi, intercambiaron miradas resignadas al amanecer del último día de septiembre. El clima prometía ser bueno, pero, aun así, no esperaban un comienzo tan temprano de su vigilancia. Ellos llevaron su carga al templo, comprobaron que no hubiera ni un alma merodeando alrededor del edificio o dentro del edificio, antes de permitirle que deambulara alrededor de su lugar de trabajo. Por el bien de su cordura, fue bueno que eligieran quedarse dentro del automóvil n***o.
Liffi, llevaba rosas frescas cortadas del jardín de la casa de seguridad, se inclinó para ponerlas en el florero que adornaba el pie del tótem. Mientras se enderezaba después de completar su tarea, un sentimiento familiar
