Observando la intensa mirada de Boris sobre él, Taylor, por alguna razón, sentía la necesidad de obedecer la palabra del alfa para complacerlo.
Y eso era algo extraño.
El sentimiento de obedecer no lo había sentido desde que era un cachorro y hacía lo que sus padres le ordenaban para poder ser un buen niño, pero en ese momento... Incluso ese sentimiento se sentía diferente.
La parte sumisa dentro de él, aquella que había estado súper de acuerdo en no ser el prototipo de omega perfecto que todos deseaban, en ese momento parecía estar emergiendo solo por Boris, queriendo obedecer la orden que le había dado, deseando complacerlo.
Eso nunca le había pasado a Taylor con ningún alfa que conocía, pero en realidad... Ninguno de ellos estuvo ni cerca de ser igual de Boris ni siquiera en aparien
