Observando las fotografías que había tomado a la parrilla con todos los diferentes tipos de carne que se asaban a fuego lento, Taylor intentaba elegir cuáles subiría a sus cuentas.
Cuando su dedo se deslizó cambiando de fotos, una sonrisa cruzó en el rostro del omega tras contemplar una que le había tomado a Boris sin que este se diera cuenta.
Luego de haber comido lo que el alfa preparó para ambos, este había vuelto a la cama, y para asegurarse de que no se metiera en problemas ni hiciera alguna travesura, le arrastró con él y le volvió a atrapar entre sus brazos como un seguro.
Taylor había estado seguro de que solo fue una excusa por parte de este para poder abrazarle mientras dormía, y tan feliz como estaba con la posición, por supuesto que no tuvo queja alguna y permitió que Boris
