Senza nome-8

2001 Words

—¿Qué ha pasado? Vaciló: —Alguien debe haber… robado la copia de la llave. No sé… Estaban las dos colgadas del mismo clavo y ahora solo estaba esta. —¿Y la otra dónde estaba antes? —Lo siento —respondió en voz baja esforzándose por mantenerse sereno, pero le tembló un músculo de la mejilla—, no puedo estar siempre en mi despacho con las obligaciones que tengo. —¡Cuando se ausente, debe poner un guardia en su puerta! Preséntese mañana por la mañana a las órdenes de comandante para el debido castigo. Hice que me diera una antorcha y subí al archivo. Delante de este había debido haber un soldado, pero no había ninguno y la puerta estaba entornada. —¡Alarma, guardias! —grité—: ¡Soy el Juez General! ¡A mí! —Y sin esperar a que acudieran, pasándome la luz de la mano derecha a la izquierd

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD