Me obligo a seguir con mi vida y a disfrutar de la belleza que estar viva, de vez en cuando los recuerdos me invaden, sin embargo, ya no me derrumban ahora aprendo de ellos viéndolos como un aprendizaje aceptando la lección que me dan ahora que puedo reflexionar cobre cada uno de ellos, he decidido ser feliz y aunque el camino pinta ser muy largo estoy dispuesta a transitarlo con la frente en alto.
Salgo de fiesta o a comer sola, me hago amiga de la soledad y aprendo a disfrutar de su compañía empapándome con su tranquilidad, su cálido abrazo ya no me causa opresión ni mucho menos me rebasa su presencia, no obstante, he conocido a otros hombres con los que he intercambiado más que un hola, quizás esa parte este mal, pero que le puedo hacer cuando la vida me pone delante a semejante bombon
