Capítulo 11 Los 200 peregrinos estaban en sus puestos. La astronave, en órbita en torno a la Tierra, estaba lista para zarpar hacia el espacio profundo: cien hombres y cien mujeres en parejas elegidas entre un millar de voluntarios del Cuerpo de Astronautas Pretorianos. Eran las 23:18, hora de Inglaterra, del 12 de mayo de 2892. La nave gigante Newmayflower de la Megasociedad Caprini, que llevaba las enseñas habituales EGO de las nueve corporation que se repartían el dominio de nuestra galaxia, había sido comprobada hacía poco por última vez, en cada parte de sus 600 metros de longitud y 50 de ancho y también sus armas y carga de comestibles, equipo, máquinas y tres mil cyborgs que permitirían a los peregrinos instalarse establemente sobre el planeta Solingo para iniciar la primera coloni