Capítulo 5 La Tierra se había convertido en colonia del pueblo imperialista del planeta Larku, situado en la galaxia de Andrómeda, a 2,538 millones de años luz de la Tierra: alienígenas con cuatro ojos, de los cuales normalmente dos estaban abiertos solo en la oscuridad, al ser sensibles al infrarrojo, un par de bocas, aunque la superior solo era aparente, con función exclusiva como nariz. En el resto eran similares a los seres humanos. ¡Que toda la culpa y la vergüenza recaigan sobre el profesor Otto Bauer de la Universidad de Berlín! Ese inconsciente, tras el descubrimiento de los rayos ultrafotónicos por parte del grupo post-einsteiniano de la Universidad de Turín, había lanzado haces de rayos al espacio a velocidad por encima de la de la luz, para contactar con otras posibles especie