Dexter Vuelvo a verificar la hora, es casi medianoche. —Dexter —me llama Jon—, he revisado con las patrullas, nadie ha visto nada. Me froto las sienes. —Esperaremos, dile a todos que sigan el plan —le digo. Me arrodillo mirando las puertas del calabozo. —Dexter. —Esta vez es mi padre. Se arrodilla junto a mí —. ¿Qué estás pensando, hijo? Paso mi mano por mi cabello. —No lo sé, papá, quiero creer que las cartas tenían razón, pero ahora no estoy seguro. Él extiende la mano para darme un golpecito en el hombro. —Esperemos un poco más entonces, no creo que alguien se tome la molestia de dejar una nota si no es cierta. Asiento con la cabeza. Sentía lo mismo. ¿Por qué harían todo eso solo para despistarnos? En ese momento recibo un mensaje de la patrulla norte. —¡Príncipe Dexter!