Dexter
Los últimos tres días han parecido interminables. La mayor parte del tiempo he estado en mi oficina trabajando en lo que requiere mi atención.
—Dexter—.
Escucho la voz de mi padre en mi cabeza.
—¿Dónde estás? Tu madre y yo necesitamos hablar contigo—.
—Estoy en mi oficina, papá. ¿Todo está bien?—
—Sí, estamos saliendo del hospital, la joven despertó. Tenemos algunas cosas que discutir contigo sobre ella—.
—Bien, entonces esperaré aquí a que vengan ustedes dos—.
Escucho un golpe en la puerta.
—Sí, está abierta —digo a quien sea.
La puerta se abre y veo que es Brenda quien entra.
Levanto la vista de mi escritorio y veo que está parada junto a la puerta. Ella mira hacia abajo, a sus manos, y se mueve de un pie a otro.
—¿Algo con lo que pueda ayudarte? —le pregunto, manteni
