Maxine Estaba sentada en el asiento del pasajero mirando por la ventana, estaba perdida en mis pensamientos. ¿Por qué regresó? ¿Cómo iba a enfrentarlo?, ¿incluso quería enfrentarlo? Me lastimó. Claro, solo nos conocíamos unos días pero aún así me dolió el hecho de saber que no era suficiente para él. Se acostaba con otros sabiendo que me causaría dolor. —Un centavo por tus pensamientos. Miro a Jon, él me lanza miradas de reojo. Suspiro y giro mirando por la ventana delantera. —¿Por qué regresó? —No lo sé, su padre no dijo nada más que solo: no se le permite verte. —¿Por qué? Quiero decir, no me malinterpretes, no estoy lista para verlo, no sé si alguna vez lo estaré. Veo a Jon agarrar el volante con más fuerza. —Jon —me acerco y pongo mi mano en su brazo—, por favor, cálmate,