Jana se había quedado dormida en la madrugada, ella se levantó medio dormida, solo llevaba puesta una camiseta un tanto larga y sus bragas. Ella había olvidado por completo que Roger se había quedado a dormir en el sofá el día anterior, él ya se había despertado y al verla se sonrojó y la saludó. _ Buenos días señorita Jana. Por alguna razón Jana también se sintió avergonzada, ella estiró su camiseta hacia abajo. _ Buenos días Roger. Roger se levantó rápidamente y le dijo. _ Por lo de ayer yo lo siento, mi comportamiento dejó mucho que desear, no debí comportarme de esa manera. _ Se que estabas ebrio, por eso lo dejaré pasar. Ambos se quedaron viendo un momento, Jana dijo. _ Quieres un café. _ Si, se lo agradecería. _ Supongo que querrás lavarte un poco antes. _ La verdad es que