Hiz vio pasar a la mujer con semblante triste por su lado: era un poco más alta, y, aunque lloraba, se veía hermosísima. Definitivamente era la belleza personificada. Por un momento, le pareció que su energía era sumamente fuerte. No sabía cómo lo había hecho, pero pudo sentir su energía; era como la misma habilidad que tenía Dober, pero ella era quien la estaba usando en ese momento. Le pareció una energía gris, era como… una sensación agridulce: no era una persona mala, al contrario, se veía que era una muy buena persona, pero estaba lastimada, por eso el tono gris. La mujer acaparó tanto su atención, que volteó a verla cuando pasó por su lado. Se dio cuenta que tenía la boca entreabierta y tuvo que cerrarla para mantener la compostura. —Qué hermosa… —escuchó a su lado. No era