Capítulo 04. Diez años más tarde

2266 Words
Hoy es un día muy especial para mí porque mi hijo mayor Andrés se va a comprometer con su novia Violeta con quien lleva dos años de relación, en estos diez años he vivido una pesadilla, pero todo sea por ver a mis bebes felices que ya hoy en día no son tan bebes, pero para una madre los hijos nunca crecen. Me estoy vistiendo para llegar al club antes que todos ya que en ese mismo lugar mi hijo le tiene algo bien bonito a mi futura nuera y yo me adelantaré para confirmar que todo esté bajo control Quien diría que mi hijo el que se distanció de mi cuando apenas era un pequeño hoy en día es mi mejor amigo, es tan buena nuestra relación que él fue quien me pidió que organizara su pedida de matrimonio Flashback Ocho años antes… Mi vida es tan particular, soy una esposa que aceptó la infidelidad de su marido y no sólo eso también le acepté una hija que en unos días cumplirá sus dos años, mis hijos nunca han querido conocer a su hermana, su padre me echa la culpa a mí de que ellos no quieran relacionarse con quien es su hermana menor, en realidad no tengo tal culpa ya que nunca me he referido ni en mal ni en bien contra esa bebé, como una mujer madura sé que los niños son los menos culpables de las malas decisiones que toman los padres Un día estoy sentada en el jardín de la casa tomando un café y Henry se me acercó de forma muy rápida y molesto, sé que está molesto porque trae una cara… —Tú, Tú… tienes la culpa de todas mis desgracias —¿Perdón? No sé de qué diablos estás hablando ¿de qué me estas culpando ahora? —He intentado que mis dos hijos conozcan a su hermana menor, pero ninguno quiere hacerlo, llevo años intentando tal cosa y nada me resulta, cuando Makayla nació los llevé hasta la clínica y no quisieron entrar a la habitación ¿crees que es posible que ellos la odien? Oh, pero claro que la odian si tienen una madre que los influye a eso, yo sé que tú eres quien les ha hablado cosas a ellos para que no conozcan a su hermana Mi interés en la conversación era tan poco que seguí tomando mi café y mirando las plantitas que estaban casi floreciendo —¿Me estas escuchando Mayo? —Te escucho fuerte y claro, pero fíjate una cosa querido esposo, no me importa nada que tenga que ver con tu vida y la vida de esa mujer ¿acaso me crees tan cruel como para involucrar a mis hijos en estos disturbios de adultos? Si así lo crees es porque en los años que estuvimos falsamente casados no me conociste nada —Ya deja de hacerte la víctima, no me mientas más por favor, en cierto punto entendería tus razones —A diferencia de ti “mi amor” yo no digo mentiras y lo sabes, siempre he ido con la verdad por delante, así que te voy a pedir que te retires y me dejes tomar mi café en plena paz —¿Ah quieres paz? Pues yo te daré paz Justo en esos momentos Henry tiró la bandeja con la tasa y el recipiente donde estaba el café, todo eso cayó al piso, la tasa se quebró y por obvias razones el café se derramó, me levanté muy rápido porque me cayó algo de café en la pierna y el mismo estaba aún caliente —¿Que te pasa idiota? —No sabes de lo que soy capaz por mis hijos Mayo, si te sigues metiendo en cosas que no te importan… —¿Que le vas hacer papá ah? No me di cuenta cuando mi hijo entró, estaba tan concentrada en Henry que no me percate que Andrés mi hijo mayor estaba allí —Hijo mío ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas empacando tus cosas para irte a la universidad —En eso estaba madre, pero ya me harté, me harté de cerrar los ojos y pretender que no pasa nada, hace años me distancie de ti, pero no porque te odie ni porque te culpe a ti de su separación, solo que me da rabia como aguantas todo por causa de mi hermano y mía, pero ¡ya basta! —Hijo mío ¿Por qué no me dijiste antes como te sentías? Pensé todos estos años que había hecho algo mal —Hijo estas confundido, tu madre si tiene la culpa de muchas cosas —Papá ya no soy un niño al que puedes manipular a tu antojo, y tú mamá, lo único que has hecho mal es amarnos demasiado, nos amas tanto que sacrificaste tu vida y tu felicidad por nosotros, eso es de admirar —Yo nunca vería como un sacrificio amarlos porque ustedes salieron de mí, son los seres humanos que más me importan en este mundo, cuando te conviertas en padre lo vas a entender, entenderás lo que es amar de verdad —No sabes cuanto tiempo estuve esperando este momento mamá, el momento de abrazarte y pedirte que me des cariño como cuando era niño, pero me sentía avergonzado —Eres mi mundo, mi amor y eso nada ni nadie lo va a cambiar, tú y tu hermano son mi respiro Con toda esta conversación Henry se había quedado callado, solo escuchaba y nos miraba fijamente —Tú papá —¿Yo? —Si, tú, ya deja de culpar a mi madre porque tus hijos no quieren conocer a tu bastarda… —No le llames así a tu hermana —Es una bastarda, porque todo niño que nace fuera de un matrimonio se le llama bastado —Eres un irrespetuoso —Quizás lo soy, pero no soy hipócrita, de mi parte no me interesa conocer una niña que quizás ni lleva mi sangre —¿Como te atreves a cuestionar mi paternidad? No te reconozco, que no se te olvide que yo soy quien te mantengo y te doy todo aún eres menor de edad —Ya tengo dieciocho años papás y te informo que no me interesa tu dinero si quieres no me pagues ni me des nada, yo trabajaré para pagar mis propios estudios —Descuida mi amor que mientras tu madre esté con vida nada te va a pasar, yo pagaré todas tus cosas para que puedas estudiar sin preocupaciones, quiero que termines una carrera, yo te costearé todo —¡Ja, ja, ja! Permítanme reír mi querida Mayo ¿se te olvida que todo lo que tienes te lo he dado yo? Tú dinero es mío, que no se te olvide —Déjame aclararte una cosa mi querido esposo, el dinero que dices que es tuyo la mitad de todo incluyendo las empresas también son mías, empezaste un patrimonio desde cero conmigo, todo lo que tienes también me pertenece —De mi dinero no obtendrás nada, nunca en la vida —Mamá ya no discutas por mí, yo trabajaré, a la universidad donde iré nos permiten trabajar medio tiempo —Hijo no seas tonto, yo soy tu padre y no permitiré que un hijo mío ande perdiendo su concentración en las clases por estar trabajando quien sabe donde, aparte de todo la carrera ya está pagada —¿Cuál carrera papá? —Si Henry, responde ¿a qué carrera te refieres? Por qué el niño aún no se decide que estudiar —Mis hijos siempre tendrán lo mejor así que tú, hijo mío vas a cursar la carrera de Negocios internacionales, y luego de eso harás una maestría en Administración de empresas en Australia, todo está listo para que empieces —¿De que estas hablando papá? Yo no quiero estudiar nada de eso, me gusta la medicina y la arquitectura, aún no veo con cual me quedo ¿y tú ya elegiste por mí? No lo puedo creer —Elegí lo mejor para ti, esa carrera te ayudará a manejar la empresa, tu empresa, que será tuya y de tu hermano en unos años —Elegiste esa carrera por ti y solo por ti, no te importamos ni mi hermano ni yo, solo ves por tus intereses —Henry cruzaste la raya, no debiste hacer tal cosa ¿acaso no piensas en la felicidad de tus hijos? ¿O solo te importa que tus empresas vayan bien? —Ustedes dos no entienden nada, mejor me voy a la empresa que tanto desprecian y que les ha dado de comer por tantos años —Adelante señor, vaya a seguir haciendo plata para alimentar a sus crías ¡idiota! —También te amo cariño Henry se había marchado y mi hijo se dio la vuelta y volvió a la casa, su rostro ya no tenía entusiasmos por ir a la universidad, lástima que los haya criado tan obedientes, mi hijo no pudo negarse a aceptar las condiciones de su padre. Tiempo actual… Llegué al club y ya violeta está en el lugar, ella piensa que solo tendremos una comida para celebrar que Andrés acaba de cerrar un negocio millonario con unos empresarios rusos, por cierto esa niña no es que me parezca una mala chica, tampoco desapruebo la relación que tiene mi hijo con ella, es solo que a veces la siento tan distante a la realidad, hay veces que la noto mirando a mi hijo con una mirada como de desprecio y desinterés, quizás son ideas mías pero una madre nunca se equivoca, de lo que sí estoy segura es de que mis hijos jamás me verán como una madre inoportuna que se mete en sus vidas, creo que cada quien tiene el derecho de equivocarse alguna vez, de los errores aprendemos, solo me queda mirarme en mi propio espejo, creyendo que mi matrimonio era perfecto y fui engañada por quince años, pero bueno las cosas pasan muchas veces porque deben de pasar. Mientras me acerco a la mesa donde estaba Violeta recibí una llamada de Andrés Rin, Rin… —Hola hijo —Madre ¿Violeta ya llegó? —Si mi amor ¿a qué horas llegarás? —Ya voy de camino, sé que estoy algo tarde lo que pasa es que cuando saqué el anillo de la cajita donde estaba se me cayó por la ventana del auto y desapareció, así que no le vi importancia y decidí ir corriendo a la joyería a comprar otro —Que mal hijo, pero lo importante es que ya compraste otro y que todo irá bien Como le explico a mi hijo que eso que le acaba de pasar es sinónimo de mala suerte, o quizás de una señal divina, pero el pobre está tan enamorado que no lo ve, lo único que le pido a la vida es que nadie pueda lastimar sus sentimientos, pero eso es tan imposible como que el sol se congele, el ser humano debe de tener decepciones en la vida para poder crecer. —Si madre, dile a Violeta que ya estoy cerca, no quiero que se desespere —Como quieras hijo, anda maneja con cuidado y te espero aquí Terminamos la llamada y de inmediato me acerqué hasta Violeta —Hola Violeta ¿Cómo estás? —Muy bien señora ¿y su hijo? Llevo horas llamándole y nada que contesta —Acabo de colgarle, tuvo un contratiempo, pero ya viene de camino Susurro… —“Por mí, que ni llegue” —¿Que dijiste Violeta? Violeta había susurrado algo en voz baja, y aunque ella pensó que yo no la escuché se equivocó, porque entendí completamente lo que dijo —Dije señora que puede llegar cuando él pueda, no hay prisa de verdad —Ah, déjame decirte algo niña, tienes casi la edad de mi hijo por ende puedes ser mi hija, y como una señora ya grande te aconsejo que andes por la vida de manera clara, no le mientas a las personas que te aman y no finjas sentimientos que no están ahí —No sé a lo que se refiere señora, tampoco entiendo el porqué de ese comentario tan fuera de lugar —esa señora tonta ya empieza a meterse donde no la llaman, sé que escuchó lo que dije pero no me importa ni ella ni su hijo, la verdad es que no sé por qué estoy con ese tonto, a veces quisiera dejarlo pero su fortuna es mucho más atractiva. — —Tranquila querida Violeta solo fue un comentario sin importancia, Ah mira, acaba de llegar mi hijo —Hola mamá, hola mi amor ¿Cómo estás? —Te extrañé amor, pensé que no llegarías —Discúlpame, pero tenía asuntos que resolver antes de llegar aquí, ya sabes del trabajo y eso —Bien amor, lo importante es que estas aquí, anda ven vamos a la mesa tengo hambre y quiero pedir algo para saciar esta hambre —Anda vamos, mamá ¿vienes? —Vayan tranquilos mi amor, yo iré un momento al baño —Está bien pero no te demores madre Asentí con la cabeza y me dirigí hasta el baño, pero no tenía ganas de usarlo solo quería un espacio a solas donde pueda hacer una llamada, debo hablar con mi mejor amiga Manuela, ella es periodista y creo que me puede ayudar con un poco de información de Violeta, es que hay algo en esa chica que me hace dudar de sus intenciones con mi hijo y yo lo voy averiguar.
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