—¡Cómo que nos vamos a casar de verdad! Ni siquiera sabes lo que haces..— Me reclama.
—Y ¿tú si? — Contesto.— Tú si tenías todo planeado… Se te hacia fácil pensar que por seis meses íbamos a jugar a la casita y luego te zafarías de esto… no Cecile, en el mundo real hay consecuencias, esto que vives ahora son la consecuencias.— Comento enojado mientras vamos de regreso en el auto.
—No puedes…
—¿Qué? ¿Obligarte a casarte conmigo? Dice la chica que prácticamente falsificó mi firma y me casó sin que yo supiera… Creo que debes arreglar tus prioridades Cecile Santieri. Pero no te preocupes, ahora se te harán realidad porque mañana mismo nos vamos a casar en una ceremonia donde invitarás a tu padre y familiares y saldrá en todos los periódicos como te gusta a ti.
—Sebastían.
—¡Qué! — grito
