No cabe duda que ésta no es la primera vez que Bruna está en Nueva York, ya que se conoce las calles como si ella hubiera vivido aquí toda su vida, y posiblemente lo haya hecho pero de eso yo no sé nada.Así que, mientras toma mi brazo me dejo llevar por las avenidas y ella me dice los nombres de las tiendas donde entraremos para gastar mi fortuna o como ella me dijo, invertir en mi imagen. Prada, Armani, Chanel, Yves Saint Lauren, Louis Vuitton, Dolce & Gabbana, Balenciaga, entre otras marcas que, unas había escuchado y otras no tenía ni idea que existían, pero para eso, tengo a Bruna. —Tu nuevo look debe ser casual elegante, sencillo así como tú eres y sobre todo, clásico, nada de colores horribles o ropa con estampados — me dice al entrar a una de las tantas tiendas e indicarle a la se