El silencio en la sala era sepulcral, las palabras de Isabella fueron dagas directas al corazón de Electra. Sabía las consecuencias de lo que había hecho, pero sólo buscaba salvarlos a todos, no buscaba dañar el curso del tiempo . Las sensaciones de que eran paralizados o aplastados por una fuerza invisible se había roto y ahora todos podían moverse pero al escuchar esas palabras nadie movió un solo músculo, en especial Hanna que moría del miedo y ahora quería saber toda la verdad detrás de las palabras de su amiga Electra.
James sintió todas aquellas agustias, preocupaciones y culpas y no pudo evitar sentir pena por ella y ganas de golpear por primera vez a una mujer, esas palabras habían calado hondo en Electra y en verdad el hubiera querido ahorrarle todo aquel sufrimiento, pero no estaba en sus manos y en realidad no sabía casi nada de lo que Electra hizo para salvarlos a ellos.
Aun así se acercó a ella y la ayudó a llegar al sofá para sentarse en lo que entendía o trataba ver lo que Isabella le acababa de decir.
Isabella seguía frotándose la cabeza pero ya se había recuperado de aquello, había visto cómo las imágenes, o parte de ellas aparecían en su memoria, recuerdos que ella no habia vivido pero que sabía que eran el resultado de haber alterado las líneas del tiempo y todo el consejo mágico andaba detrás del culpable.
Electra no sabía que decir, Fyre no le advirtió de nada y ahora dudaba de sí fue una buena idea haber reiniciado todo, pero… ¡ Cómo iba a dejar que sus padres, amigos y su amor eterno murieran allí!! No ,simplemente era algo que no iba aceptar y si hubiese tenido que volver a hacerlo lo haría sin detenerse a pensarlo dos veces
–Isabella, escucha yo…
–Yo nada Electra!! — le gritó furiosa y James la miró con un brillo peligroso en sus ojos, no le permitiría que le gritara de esa forma.— jugaste con algo que es intocable, por qué hiciste algo como eso, dime?— bajo el tono al ver la mirada del lobo allí y sabía que era peligroso aunque ella también lo era.
–Lo hice por una buena razón Isabella— respondió Electra aún cargando con la culpa,miró a Isabella y Barrick con determinación y continuó— No quería dañar a nadie, solo salvar a mis amigos.
Isabella tomó asiento al lado de ella y tomó sus manos para al menos ver que fue lo que hizo, pero lamentablemente no había nada, había una enorme pared que le impedía cruzar.
–Tu poder aún no despierta, pero lo hizo no es asi— Electra asintió-–Lograste controlarlo? Porque si no es así, entonces quien lo hizo fue el ave y si lo sellamos para siempre podrás volver al mismo lugar donde quisiste cambiarlo todo y darle otro giro a la historia, es la única forma que tienes de arreglar esto.
–No, si hago eso muchas otras vidas se perderán, yo no… yo no altere nada. Solo cambié algo injusto!!— Isabella se alejo al escucharla, su voz sonó más profunda y distorsionada.
–Electra, cálmate. Tu no eres así!— le instó James con calma acercandola a su pecho y así calmar el torbellino dentro de ella.— Isabella solo está asustada, es tu guardiana y no te quiere perder, no es así Isabella— se dirigió James a la mencionada pero en su voz había un tic de advertencia, él entendía a la bruja pero su dureza ya era demasiado cruel.
–Sí, es cierto. — Isabella sabía que tenía que buscar a los demás pero no sabía como lo iban a tomar.— deberías contarme lo que ocurrió
Electra sonrió amargamente y la miró a los ojos—No deberías llamar a Sarah y Dinorah?—
Isabella asintió pausadamente mientras trataba de leer a esa niña, pero nunca pudo atravesar esa barreras y era evidente que ella podía atravesar las de ella sin ningún tipo de problemas
Isabella se volvió hacia Barrick y solo le dio un asentimiento de cabeza. A lo que él entendió y procedía a salir del lugar
–Barrick, espera— lo detuvo elegido, había urgencia en su voz.— sabemos que no tienes que ir por ellos, sólo llámalos. Pero..— se acercó a ellos— debes tener cuidado, nadie debería saber que vienen hacia acá y mucho menos que yo se que existe otro mundo, aun no debem saberlo y sobre todo Hugo o cualquier otro mago
–Hugo? Ese quien e….— imágenes de ese nombre llegaron a él dando martillazos en su cien
–Supongo que ya no tengo que decirte— este asintió y no movió un músculo más.
– Electra, dices que hay traidores en nuestro consejo mágico?
–Sí, y no sólo uno, hay varios. — Isabella suspiró y se trató de calmar así misma antes de hablar, si era así entonces deberían tener mucho cuidado.
–Barrick, dile a Sarah que busque cualquier excusa para salir. Pero que sea muy precavida y que trate que su magia no sea rastreada.
–Ya vienen— fue lo único que el grandulón respondió, su mirada hacia Electra era de frialdad, esa chica era la anunciada como la destructora del mundo y ya había dado un paso hacia ese fin.
–Lamento que haya sucedido eso, Barrick— dijo mientras sonreía apenada y con signos de culpa y tristeza, por su parte Barrick se sorprendió al escucharla, estaba mas que seguro que haboa protegido sus pensamientos, entonces como lo hozo, como supo lo que estaba pensando?—. No quería dañar a nadie, solo quería que ustedes vivieran.
–Ya basta Electra, que es lo que nos estas ocultando?— exigió saber Hanna, de había mantenido callada en espera de algo que le ayudara a descifrar lo que ocultaba su amiga.
–Aun no.— dijo cortante. Ya se estaba cansando de que la atacaran y no le creyeran lo que les decía, estaban sacando sus propias conclusiones sin pararse a entender aunque sea un poquito de lo que ella vivió.
–Y entonces cuando sería, ahh? Cuando estemos muertos— Hanna estaba molesta y odiaba tener que atacar a Electra de esa forma, pero no sabía como sacarle la verdad porque estaba más saque segura de que ella les estaba ocultando parte de la verdad.
Electra negó y se quedó mirando en un punto fijo, justo donde aparecieron dos mujeres. Sarah y Dinorah habían llegado a la cabaña y ambas pasaron por lo mismo que todos al principio, de repente se sintió un fuerte temblor que hizo que todos buscarán de donde sostenerse y refugiarse para no caer.
–Pero qué mierdas!— espetó Dinorah cuando sesó el temblor
–Electra— murmuró Sarah— estoy aquí, que es lo que debes decirnos.
Electra suspiró, le dio una mirada tierna a james que la tenia asida por la cintura, y finalmente asintió, les señaló que se sentaran para ella contarle todo. Le relató cada detalle de lo sucedido, las persecuciones, las batallas, sus visitas a otros lugares y todo lo que vivió hasta aquel siniestro y lúgubre día.
–Fue el peor de todos mis días, y no quiero repetirlo nunca más. — caminaba en el pequeño espacio de un lado a otro y, aunque quiso evitar las lágrimas le fue imposible y sus ojos ya estaban rojos por las incesantes lágrimas que describían el fuerte dolor de su corazón.
Los cuatro magos estaban sin palabras, ese futuro que la portadora del fénix les estaba revelando era muy oscuro y triste, pero aún así no estaban de acuerdo con que volviera a retroceder todo. Con el tiempo no se juega; es preciado, intocable y nadie puede o nunca ha podido cambiar lo que está predestinado a suceder y jugar con el puede traer consecuencias severas y muy serias.
–Venciste a Gwyddyon, no había razón para retroceder en el tiempo Electra. — intentó explicar Sarah, pero ya no había nada que se pudiera hacer, aunque si había una posibilidad.
–Cuál es?- se interesó Electra de inmediato sorprendiendo a la bruja, quien se acercó a la chica con el asombro en sus ojos.
–Puedes escuchar lo que pienso?— pregunto algo que ya tenía respuesta y pues ella la sabia
–Así es y es imposible leer la de ella, ese poder está despierto o al menos esta por despertar.— interrumpió Isabella
–Está despierto o no lo está. Como que no entendí— preguntó Dinorah
–Se supone que aún no despierta, pero lo hará en una semana, es el tiempo que tengo antes de que descubran sobre mi poder.— se acercó a Sarah y con una mirada que suplicaba continuará con lo de la solución— De que solución estamos hablando?
–Cuando Fyre despierte, debes volver al mismo día de la tragedia, al día donde todos dejamos de existir— Electra negó rotundamente , no estaría dispuesta hacer aquello
–De ninguna manera! — grito furiosa, no acostumbraba hacer aquello pero ya no tenía más remedio que hacerse la fuerte y de ser necesario ella sola detendría a Gwyddyon antes de que se repitiera aquel día.—. No voy a perder a nadie más, voy a corregir todo. Pero voy a recuperar a mis padres y los salvare a ustedes, así me cueste la vida y..
–Ya basta!— todos se asombraron al ver que James se le puso delante en forma amenazante pero nadie hizo nada porque sabían que el sería incapaz de dañar a Electra, e incluso hanna no se inmutó ante la forma en que le habló— hablas de salvarnos a todos, pero dices que morirían así de fácil, que hay de nosostros, eres mi mujer y no permitiré que renuncies a vivir así como así!— Electra estaba llorando, las palabras de James eran ciertas, renunciar a su vida solo era un eslabón en una cadena de sacrificios los cuales ella pensaba evitar.
–Eso que sientes cuando hablo de muerte, yo…yo ya lo viví; cuando te despediste de mí, cuando todos murieron frente a mí, cuando esté poder…— Electra se desplomó llorando desconsolada y a James se encogió el corazón al verla asi, no quería ser tan duro, pero el solo hecho de imaginar que ella podría morir, sentía que el aire no le llegaba a los pulmones, se agachó junto a ella y la abrazó tan fuerte como pudo sin hacerle daño, quería que supiera que el la iba a proteger y si tuviera que dar su vida en lugar de la de ella, no se lo iba a pensar dos veces.
Esta vez la ayudaría a darle un giro a esa historia tan oscura que vivió y de la que nadie se acordaba porque se supone que no habia sucedido aún nada de eso para ellos. Y no la dejaria morir, eso no pasaria mientras él estuviera a su lado,no era tonto. El sabía que ella se había sacrificado para retroceder en el tiempo y cambiar aquel final tan trágico