Las cosas no estaban saliendo como lo quería, y es que ahora mismo, la mujer que se había encargado de cubrir mis necesidades físicas y sentimentales se encontraba gritando como un monstruo, al mismo tiempo en el que me arrojaba cosas y me decía que; podría irme al mismo infierno ahora mismo. Después de tener aquella conversación con Henry, Sali casi de inmediato con el único fin de contarle lo que sucedía a Camille, al principio me recibió con besos justo como normalmente hace, pero, a pedida que le estaba contando todo, su cara angelical con su sonrisa se fue deformando en una expresión amarga de odio. —Camille, debes calmarte ahora mismo, las cosas no se hablan de esta manera. —Le digo a mi amante la cual, para solo medir 160cm arroja cosas sin mirar a alguien más. Mi comentario parec