Mi Maldito Matrimonio.

(3/5.)

—¿Por qué las luces se están yendo? —Preguntó hacia Henry sin mirarlo, o al menos es lo que planeaba ya que, él me sostiene de la mandíbula, no me hace daño, pero me ha tomado por completa sorpresa.

—Quienes encontraste haciendo el mantenimiento de la piscina no son más que mis empleados personales, este lugar es exclusivamente para mi uso personal, y luego de aquella charla no se me ocurrió algo mejor que darme un gratificante chapuzón…Mis empleados tienen la costumbre de hacer un ambiente “romántico” cuando estoy aquí con una mujer, y tú, querida Daphne, estas aquí conmigo. —Inmediatamente Henry dice esto, no dudo dos veces en empujarlo tanto como pueda y que así no nos encontremos tan cerca el uno del otro. El enojo junto con la vergüenza se apodera de todo mi cuerpo, ¿Y si alguien nos ve en una situación así? ¿Y si Caleb nos veía?, alejo todos los pensamientos negativos que caen en mi mente sin que yo pueda evitarlo.

—Escúchame bien, Henry…—Siento como ahora mismo me tiembla la voz, por el coraje, tal vez. —Que no se te ocurra meterte en mis asuntos, deja en paz a Caleb y déjame en paz a mí, tus coqueteos baratos no funcionaran conmigo, porque te dejaré en claro, que este matrimonio será sin duda el mejor que hayas visto nunca. —La sonrisa que Henry portaba en su rostro había desaparecido, entonces supongo que mis palabras verdaderamente han hecho algún efecto. —Me retiraré ahora, porque no deseo que nos vean a los dos, solos y juntos. ¿De acuerdo?, bien. —No espere a que mi cuñado respondiera algo para saber que tenía que irme. Dejo la piscina de techo lo más rápido que puedo, los tacones resuenan en el piso y aunque no sé a dónde voy, mientras me encuentre lejos de aquel loco, estaría bien.

El hermano de Caleb era un hombre al que no debería acercarme, sobre todo si quiero mantener la imagen de esposa dulce.

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Agradezco mucho haber salido antes de aquella piscina bajo techo, y al mismo tiempo de haber logrado escapar del hermano de mi esposo, trato de alejar todos los pensamientos relacionados a Henry Jones, mi corazón late de manera apresurada desde el momento en el que se acercó peligrosamente a mí, es claro que sus intenciones no son para nada inocentes, en su mirada divertida pude notar como desea llevarme al que sería un gran error, debo evitarlo tantas veces como sean posibles. El hermano de mi esposo parecía coquetear conmigo, ¡Eso suena muy mal! ¿Dejaría que ese extraño hombre ganara así de simple?, no podría, aunque fuera guapo, sé que planea algo, y yo no podía dejarme llevar tan fácilmente, menos cuando todo lo que parece querer Henry es robarle a Caleb lo que posee.

Me estaba haciendo ideas posiblemente erróneas, pero, yo era humana, sentía y esto me hacía sentir extraña.

—Con que ahí estabas, Daphne. —Un fuerte escalofrió sacude todo mi cuerpo al escuchar esa voz, siendo la de Caleb, me giro de inmediato ante su presencia, espero que no se dé cuenta de que, estuve a solas con su hermano y que, estaba más roja que un tomate hace unos momentos. —¿Te encuentras bien? Parece que te habías extraviado cuando el idiota de Henry no llego contigo hace unas dos horas. —¿Ese hombre era capaz de ser tan desconsiderado?

—Me he distraído en algún momento del recorrido, pero todo está bien ahora que estas aquí. —Caleb entrecierra los ojos, y es que no parece convencido a lo que dicho.

—¿Está segura?, mira, Henry puede ser un verdadero imbécil cuando se lo propone, no me importa que lo sea conmigo, pero tú eres un punto aparte de nuestras peleas. —Parpadeo ante lo que ha dicho mi esposo, rápidamente no puedo evitar recodar la clase de situación en la que estaba y como casi, me dejo llevar por la cercanía del hombre que ahora es mi cuñado. —Si te hizo o dijo algo, no temas en decime. —Caleb luce afectado por mi desaparición, supongo.

No quería causar problemas, apenas tenía un día de casada y no deseaba que la familia de mi esposo tuviera problemas, podría con esto, no debo dejar que las palabras y actos de Henry hagan efecto. Luego de todo, solo pareciera ser una típica rivalidad entre hermanos que perduraría por muchos años, si, seguro que era eso y nada más. Aun así, observaría todo con ojo cuidadoso antes de formar parte del equipo de alguien, no dejaba de pensar en que, puede que la advertencia de Henry tenía sentido en cuanto a su hermano, pero luego estaba el hombre con el que me había casado, él me había pedido que hiciera que las cosas entre nosotros funcionaran, le había prometido que así seria, sin embargo, estaba dudando.

—Puedo asegurarte de que no sucedió nada, solo me he distraído, tenías razón, tu hermano es un poco molesto. —Caleb asiente, pareciendo un poco convencido.

—Te advertí que así seria, lo mejor será que no te acerques a él. —Suelto un suspiro, claro que me mantendría alejada de mi cuñado, el que explícitamente la noche de mi boda me hizo una propuesta indecorosa.