—Buenas noches, guapo. — Realmente he soñado muy ofrecida, Henry solo me observa sin decir mucho. No me mira de la manera en la que siempre lo hace, no hay un brillo y esto me incomoda bastante, pero, he caído en cuenta nuevamente que no parecía ser yo, y es que, si Caleb no era capaz de reconocerme, Henry no lo haría de igual manera, ¿Verdad? Cabe resaltar que tenía una peluca puesta de color castaño y una máscara que cubría todo mi rostro. — ¿Le gustaría bailar conmigo? —Henry levanta una ceja y me escanea con la mirada, ya no estoy fingiendo la voz, creo que esto sería pista suficiente para que supiera que era yo. — Espero que esté teniendo una excelente noche, señorita. — He sonreído en respuesta, está a la defensiva, por su tono de voz, como no me reconoce, no desea tenerme cerca. —