Mi Maldito Matrimonio.

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—Tu querida esposa me hizo quedar en ridículo y ahora toda la clase alta piensa que soy la mala de esta farsa. —Aun sostengo el periódico y mientras ellos no ven, no puedo evitar sonreír, no he hecho nada y justo como en las fotos de ese día puede verse como “lloro” en los brazos de mi esposo de esa manera tan desconsolada, esa noche no estaba de buen humor y lo menos que necesitaba es que una señora llegara para acusarme de cosas que no hice, pero que si debo decir hice.

—Señora Louis…Contrario a lo que piensa jamás haría una cosa así, la prensa estaba por todos lados. —Llame la atención de ambos, Caleb se acerca a mí, para entonces tomar el periódico y ver con sus propios ojos esto.

—Daphne tiene razón madre, la boda estaba llena con la presencia de la prensa y aun así tienes el descaro de acusar falsamente a mi esposa. —La cara de enojo de Caleb es algo que me hace estremecer por alguna razón.

—¿De verdad te pondrás del lado de ella? ¿Antes que estar del lado de tu propia madre? —Louis parece ofendida y no ha dejado de matarme con la mirada. Si tan solo las miradas mataran, seguramente me encontraría 7 metros bajo tierra, en una fosa común.

—Mamá, si tu única intención de hacerle la vida imposible a mi esposa será mejor que te vayas. —Sin esperarlo, Caleb rompe aquel periódico bajo la mirada atenta de su madre. Debo decir que tampoco esperaba algo como eso, pero Louis es quien ha empezado, también debo decir que le presa se ha tomado muy enserio el que mi matrimonio sea presentado como un cuento de hadas.

—No logro entender cómo es que mi propio hijo, sangre de mi sangre, sea capaz de traicionarme por este pedazo de basura salida de la nada. No soy estúpida Caleb, conozco bien que a tus compañeros de universidad y siempre que salías con una mujer eras el primero en presentarla, ahora te casas de la nada con esta extraña que aparenta ser una santa, pero en verdad es solo un demonio con rostro bonito. —La manera en la que se expresa mi suegra, me hace saber que me odia. Pero esto no me importa en lo más mínimo. Supongo que no se puede tener todo en la vida, además, parece que alguien le hace la competencia a Henry en cuanto a conocer la vida de mi esposo se trata.

Esto es extraño en muchos sentidos.

Pero supongo que debería tratar de aclarar las cosas con mi suegra.

—Realmente deseo tener una buena relación con usted, Louis, y que me considere parte de su familia algún día…—Antes de que pudiera decir nada más, Louis me ha dado una bofetada dejándome sorprendida y también a Caleb, los empleados que también veían el espectáculo se han quedado de piedra. El enojo invade mi cuerpo y tenía la intención de devolverle la bofetada a esa presuntuosa, sin embargo, esto me caía de maravilla.

Dejarla mal ante los ojos de su propio hijo.

Ahora mismo todo estaba en silencio y era claro que la razón de esto se debía a nada más y nada menos que mi suegra la cual tuvo la valentía de darme una bofetada. Tenía la clara intención de devolverla, sin embargo, si quería mantener a esa mujer alejada de mi vida, tenía que actuar mejor que en el día de mi boda.

—Tu jamás formaras parte de mi familia, maldita arrastrada, no después de esta humillación. —Louis sigue hablando mientras que yo mantengo mi posición, mi rostro está hacia la izquierda, cubierto por mi pelo rubio que cae sobre mi rostro.

—Entonces supongo que no me queda más que aceptar la triste realidad…—Murmuró girando mi rostro lentamente, las lágrimas caen por mis mejillas y Caleb que se había quedado sin habla hasta este momento, sostiene a su madre de la muñeca. —Tendré que vivir sabiendo que mi suegra me odia, sin razón alguna…Solo por amar a su hijo. —Un sollozo audible sale de mis labios.

—¡¿Ves lo que has provocado mamá?! —Mi esposo grita, Louis reacciona ante él, con una clara expresión de sorpresa en su cara. —Tendré que pedirte que te vayas, de inmediato. —Louis se suelta del agarre de Caleb de manera brusca, mi suegra desde el principio supo que algo andaba mal con lo que respecta a mí con su hijo, también me preguntaba porque no le dijeron la verdad, ya que, solo pareciera que una muy reducida cantidad de personas saben la verdad.

—¿Eres estúpido acaso hijo? ¿No estás viendo que esto es lo que quiere esa mujer? —Caleb se acercó más a mí, para apartar las lágrimas de mi rostro, para entonces no deje de sollozar queriendo hacer que mi esposo sintiera compasión por mí, y hasta este momento, incluso el personal que está presente mira de mala manera a la señora Louis.

—Lo único de lo que estoy consciente es de que caes en mentiras mamá, Daphne jamás sería capaz de hacer algo tan horrible como lo que ha hecho la prensa, si escribieron eso es por la única y razonable razón de que tú misma lo provocaste…Ahora por favor vete y déjanos en paz. —Caleb me abraza y me oculta en su pecho, para entonces le ha dado la espalda a su propia madre que mira incrédula la escena, me levanto solo un poco de puntitas para mirarla mientras seguía llorando. —Douglas quiero que saquen a mi madre de aquí. —El hombre que hasta ahora no había dicho nada y que llego junto con todo el personal asiente con la cabeza mientras sigue con su neutra expresión, él no emite una sola palabra cuando toma a Louis del brazo.

—Por favor acompáñeme hasta la salida señora. —Por más que Louis quiere soltarse del agarre de Douglas no puede hacerlo.

—Lo lamentaras…Dijo Louis lo suficientemente audible sin quitarme la mirada de encima. —Lamentarás el día en el que te metiste conmigo. —Continúa, sin evitarlo sonrió contra el pecho de mi esposo y me aferro más a su cuerpo.

Todo esto salió mejor de lo que pensé.

—Lamento mucho lo que ha hecho mi madre, Daphne, no sé qué le ocurre. —Niego con la cabeza y dejo que Caleb aparte las lágrimas de mi rostro, mi mejilla duele, pero me hace bien saber que no tendré que ver a Louis por un tiempo. —Si hay algo que pueda hacer para que me perdones por esto, no te contengas y dímelo ¿De acuerdo? —Asiento con la cabeza, mis ojos arden.

—S-Solo quiero descansar, me duele la cabeza. —Murmuro y mi esposo parece realmente arrepentido, siento lástima por él, pero no por su madre. Me ha echado la culpa de algo que no hice y sucede esto. Llevar el papel de la víctima en todo esto me da dolor de cabeza y, sin embargo, las ganas que tengo de sonreír solo reclaman crecer más y más. —Ven conmigo, por favor. —Le pido a mi esposo quien asiente.

—Lo que quieras, vamos. —Me dice, terminando de apartar la última lágrima de mi rostro. —Valeriana, te encargo que mi madre haya salido de la residencia y que no cause problemas en su salida, no quiero que venga por un largo periodo de tiempo. —La menciona solo asiente con la cabeza mientras se aleja de nosotros. Por otro lado, me he dejado llevar por Caleb quien seguía repitiendo cuanto sentía toda aquella escena que hizo su madre, si tan solo supiera que no me importa en lo absoluto, pero no es algo que él deba saber.

Sin embargo, era lindo verlo preocupado de manera genuina, tenía que hacer algo para compensarlo. Desde hace un tiempo tenía algo planeado, y era momento de llevarlo a cabo.