Nota importante: Este capítulo será narrado en tercera persona u omnisciente. . . . Un sorprendido y excitado Henry había sido sorprendido por Daphne en su oficina, cosa que en sus más locos e íntimos sueños no pensó que se volviera realidad, pero, no es que Henry se quejara de esto, es más, le gustaba mucho como las largas medias se acomodaban en la piel de Daphne, la manera en la que aquel hermoso sostén de encaje lo estaba llamando y tentando a que fuera arrancado de su pecho. Henry ya conocía de arriba hacia abajo cada pequeño secreto guardado en el cuerpo de Daphne, amaba la idea de tenerla en mil y un formas solo para complacerla. Y ahora mismo, pese a que en su oficina había conductos fríos de aire acondicionado, Henry estaba literalmente quemándose por dentro y por fuera.