La noche logra pasar sin mayor movimiento, por lo menos me alegra saber que será de esa manera al menos, la cena junto con mi esposo no estuvo llena de novedad alguna, aunque estaba evitando cualquier clase de acercamiento, era el colmo pensar que a Caleb se le pasara por la cabeza la idea de que tenía intención de acostarme con él, no, eso jamás sucedería mientras estuviera respirando, la idea de me hacía sentir todo tipo de escalofríos. Pero, en fin, en la mañana del día siguiente deberíamos prestarnos y darles la bienvenida a los nuevos vecinos, aun no era consciente de que, si tal vez era una familia grande, una pareja de ancianos, esperaba cualquier cosa mientras pudiera regresar cuando antes a mi pequeño espacio en la biblioteca. Además, así me distraía de pensar en Henry, parecier