El sentimiento de que me están observando se hace presente en mi pecho hasta el punto en el que me está dejando sin respirar, por lo que me apresuro a salir tan pronto como pueda de aquel lugar, Miro hacia los lados solo para darme cuenta de cómo todos parecen mirarme, murmuran y ríen, todos apuntan con sus dedos diciendo quien sabe que cosas de todo esto. Nuevamente me siento humillada y con mucha impotencia en mi cuerpo. Finalmente, cuando ya he podido llegar al balcón más alejado y oculto de toda la residencia, el aire frio golpea mi rostro haciendo que tome todo el aire que pueda. Me sostengo del barandal con tanta fuerza como es posible, mis ojos arden, pero no puedo permitirme llorar, desearía entonces, tener la manera de poder desahogarme o simplemente poder desaparecer. —Se supo