Han pasado unas cuantas semanas desde lo sucedido con la madre de Caleb, y me hace feliz saber que, aquella mujer no estaría por estos alrededores en un largo periodo de tiempo. Incluso Caleb se había encargado de llamar personalmente a su padrastro y decirle que sucedía, para ese entonces él había puesto un mayor empeño en cuidar de mi adolorida mejilla, también se atrevió a dejar unos cuantos besos sobre la misma y no podía evitarlo, mi esposo tenía una faceta cuidadora y tierna que esperaba ver más a menudo.
Esta noche sin duda era diferente y más especial a comparación de las demás, como Caleb se tomaba la molestia de esperarme en el momento del desayuno y también de comportarse tan caballeroso conmigo, había decido sorprenderlo con una cena elaborada, yo tomaría vino y él agua carbonatada con sabor a limón, toronja y naranja, cualquier otra cosa que no tenga alcohol dentro, ya sabía de manera estricta que mi esposo no toleraba tomar alguna bebida alcohólica. Dejando esto de lado, el mayordomo que se encargaba de cada aspecto en nuestro hogar me brindo una mano en la cena, le pedí amablemente a la cocinera que se tomará la noche libre.
Entonces Douglas, es aquel hombre que me recibió junto con mis cosas la primera noche que llegué junto a Caleb, al mismo tiempo mi esposo me dejó en claro que así necesite la cosa más insignificante, Douglas estaría ahí para asistirme. Es por eso que no había dudado un segundo en pedir su ayuda en esto, el hombre unos tantos años mayor me enseñó con mucha calma y paciencia a preparar los platillos favoritos de Caleb, sus bebidas (No alcohólicas) y claro, también el postre. Cuando todo había quedado listo, subí escaleras arriba hacia la oficina de Caleb, incluso había puesto empeño en mi apariencia de esta noche, un vestido de coctel color rosa salmón, mi cabello rubio estaba suelto, y tenía unas cuantas joyas como accesorio, no mentiría en lo absoluto, estaba experimentando ahora mismo el claro sentimiento de emoción y excitación.
Quería ver el rostro de Caleb cuando comiera lo que con mis manos y mucho esfuerzo había hecho para él, también deseaba ver que expresión hacía en el momento de verme con este ajustado vestido. En las noches consideraba hablar con Caleb sobre hacer realidad nuestra noche de bodas, el tierno sentimiento de aprecio y cariño empezaba a nacer, todo esto hasta el punto en el que cuando Caleb regresaba del trabajo le daba un suave beso.
Nuestras salidas en el día se resumían en aparentar cuán enamorados estábamos delante de las cámaras, pero empezaba a mirarlo con sentimientos, sentimientos que pensé serían difíciles de volver a aparecer, y ahora no evitaba emocionarme. En el pasado, había jurado con lágrimas que nadie me vería la cara de idiota, que no caería en las garras de algún hombre que solo quisiera romperme el corazón. Sin embargo, cuando miraba a Caleb de alguna manera, sentía que esto podría ser diferente, él demostraba ser diferente.
No negaría que estaba asustada, pero podía y quería hacer un esfuerzo en esto, me hacía entrar en razón a mí misma respecto a todo, quizás esta era una nueva oportunidad en la que yo podía ganarme el cariño de mi esposo, hacer que me ayude en cuando a mi madre y hacer poder lanzar lejos a mi padre y a su maldito chantaje constante, además de un esposo, tendría un aliado. Podría entonces ver que mi madre estaría bien y que yo podría estar libre.
No le doy más vueltas al asunto, luego tendré tiempo de pensar y hacer que mi esposo me ayude, para entonces sé que Caleb está en su oficina, tendré que interrumpirle con la excusa de ir a cenar juntos, él vería mi hermoso vestido y complacido iría conmigo.
Sin tardar subí las grandes escaleras hasta la oficina de mi esposo, y en el camino me entretenía bastante con la hermosa decoración del lugar, según me había dicho Douglas, el dorado era el color favorito de mi esposo y al momento de hacer la decoración había tantos detalles en dorados como fuera posible, no negaría con este junto con el color crema de la casa daba un aire de elegancia, quizás en el futuro podría hacer uno que otro cambio, pero por el momento no quiero profundizar en esto.
Al final de la escalera hay un enorme cuadro del día de mi boda con Caleb, ambos estamos el uno frente al otro, nos estamos viendo como si realmente estuviéramos enamorados, en mi mano derecha sostengo el ramo de blancas flores, al mismo tiempo que portaba el hermoso, pero apretado vestido de corte princesa, no negaría que estaba hermosa a pesar de que estaba sumamente triste, en ese momento de mi vida en el que pensé que todo acabaría, mirando desde el ahora, siento que, si todo logra salir bien con mi esposo, entonces una boda verdadera podría ser posible. Niego con la cabeza y sigo con mi camino.
Me encontraba casi llegando a la oficina de Caleb, ahora mismo me planteaba si debía tocar o solo entrar. Pero pensándolo bien debería anunciarme.
Al llegar a la puerta estaba a nada de tocar, pero, escucho como voces parecen salir desde dentro, no sabía que Caleb estaba ocupado, pero he estado metida todo el día en la cocina. La curiosidad se apodera lentamente de mí, entonces me apego a la puerta para escuchar, está mal, lo sé, pero no puedo evitarlo.