—¿Qué haces aquí, Caleb? —La primera y más predecible pregunta abandona los labios de mi padre, sonrió de costado, puedo leerlo fácilmente. —Hace unos momentos tenía la intención de platicar sobre un asunto importante con respeto a Henry. —Casi de inmediato cuando menciono el nombre de aquel engreído, mi padre tiene una especial de tic en su ojo. Puede que yo sea su primogénito, pero Henry es hijo de la mujer con la que se volvió a casar y también de la que si ama. —Tus pelas con Henry son el tema de cada día para mi desde hace 32 años, sé que puedes superarlo. —Evito reír, pero hago un movimiento sutil con la cabeza. —Dime de una vez, que es lo que verdaderamente quieres. —Bien, supongo que no puedo ocultarlo por más tiempo. —He leído los documentos que están en tu escritorio padre.