—Que sea tu esposa no quiere decir que deba soportar tus estupideces, ahora, déjame en paz. —Caleb se encoje de hombros, restándole importancia a mis palabras. —Se supone que este mes era exclusivamente para que yo descansara de ti, ¿Cómo es que entraste aquí? —No tenía sentida, se supone que Henry cerro al salir. —Henry me dijo que debería visitarte, después de todo, parece que estabas de mal humor. Luego hacerle una mala jugada a Camille. —Resoplo en mi lugar. —¿Qué es lo que te ocurre? —Me pregunta. —No te importa, puedes largarte porque me encuentro perfectamente. —Mentí, pero esto no debería importarle o algo así. —Eres mi esposa Daphne, tengo que saber que te ocurre. —Caleb frunce el ceño, no parece que le gustara mi respuesta. Tampoco es que me importará lo que mi esposo pensar