Mi cuerpo se arquea ante el deseo que me provocan los labios de Henry al dejar de besarme, he suspirado con fuerza, mi cuerpo reacciona, claro, debe hacerlo cuando bien sé que, esto no podría ser interrumpido. Lentamente la ropa va desapareciendo por ambas partes, hasta que quedamos completamente desnudos ante la mirada del otro, siento mi rostro arder, ¿Por qué de pronto me siento tímida? No es como que no haya tenido sexo anteriormente con otros hombres, pero, Henry era diferente, lo deseaba, verdaderamente lo hacía y por la forma en la que él me miraba, sabía que estamos en la misma situación. —Eres perfecta, cada pequeña parte de ti me está volviendo loco. —Henry murmura con voz ronca de deseo. —No sé por dónde empezar. —Ha lamido sus labios. No he podido soltar una risita traviesa y