THEON Su tentador aroma me intoxicó, desde el momento en que me pidió que la follara, no había nada más que quisiera que ahogarme en el placer que solo he sentido con ella. Por mucho que lo odiara, ella se había convertido en una droga que ansiaba cada vez que la veía. Me alejé de sus labios carnosos, dejándola sin aliento mientras besaba cada centímetro de su cuello, dejando mi marca. Ambos estábamos cubiertos de salpicaduras de sangre, pero no me importaba, de todos modos me gustaba pintar su hermosa piel de color... Paseé mi mano por su cintura, buscando uno de los cuchillos que llevaba. Solté sus brazos que había sujetado detrás de su espalda, y de un solo golpe, corté las cuerdas por la mitad de su corsé, haciendo que ella jadeara cuando cayó al suelo, dejándola solo con su camisa,