YILEYNA Los siguientes dos días, evité estar a solas con Theon como un lobo evitando la plata y la cicuta. Me quedaba con Charlene cuando podía, o me encerraba en mi habitación después de tener que pedirle a Ailema otra llave. Theon entrenaría a Charlene por las mañanas, pero también le pedí a Raiden o a Ryan que me acompañaran a ver. Theon hacía que uno de los hombres entrenara con Charlene, pero tampoco me hablaba a mí. A veces lo veía mirándome, a veces podía sentir su mirada intensa sobre mí, pero yo no le daba cabida. Sin embargo, incluso entonces, las emociones me recorrían. Cada vez que nuestros ojos se encontraban, sentía cómo el deseo intenso me dejaba sin aliento. Theon era una adicción peligrosa y yo estaba consumida por ella. Sabía que si lo intentaba, las posibilidades de