YILEYNA —No creo que papá nos haya contado todo —suspiró Charlene mientras caminábamos por el pasillo. Asentí en acuerdo, nuestras voces resonando en los pasillos. Las ventanas estaban heladas, una señal de que el invierno estaba realmente aquí. —Estoy de acuerdo —respondí suspirando —. Ese comentario sobre encontrarte un hombre para ocuparse del título de Alfa... —Sí, también me molestó. Oye, espera, seguramente le contará la historia completa a Theon, ¿verdad? —Supongo que sí, él lo ama mucho más que a mí —respondí, rodando los ojos. El Alfa parecía disgustarse más y más conmigo últimamente. —Pero Theon te ama. Entonces, ¿puedes seducirle las respuestas y luego compartirlas conmigo? —Ella me empujó, parpadeando con esperanza. Me detuve y puse mis manos en mis caderas. —¿