THEON
Acababa de ducharme después de entrenar con los hombres, ni siquiera había podido enfrentar a la princesa, así que le dije a Madelia que se encargara de entrenarla hoy. Solo de pensar en estar atado a ella me enfermaba físicamente. La odiaba con todo mi corazón que deseaba poder matarla, estoy seguro de que podría tomar el control sin el maldito corazón de Kaeladia.
Me envolví una toalla alrededor de la cintura justo cuando alguien llamó a la puerta.
Por un segundo, mi corazón se aceleró y en lo más profundo de mí, rezaba de alguna manera que fuera Yileyna. Solo para mirar esos hermosos ojos grises de ella.
Quería volver a verla... pero al mismo tiempo sabía que no podía. Tenía que alejarla. Abrí la puerta y mi estado de ánimo se oscureció al instante cuando vi a la mujer frente
