Pov Alek Salgo de esa casa molesto, no, molesto no, cabreado, está lloviendo y me vale mierda, camino por las calles tranquilo no me precisa nada. Todos me ven como si estuviera loco y parece que sí. Llego una hora después a la casa del único con el que cuento, el único que no me ha juzgado, el único que me ha amado no importa que, mi viejo, los guardas me ven y se asustan. — Joven Alek ¿qué hace aquí así? Se va a enfermar ¿le prestó un paraguas?— ¿ya para qué? Tengo una hora caminando bajo el agua y tengo agua hasta donde no debo— ¿ya para que verdad? Ya le abro el portón joven. — Gracias Trevor— le digo y este sonríe un poco apenado, no puede hacer nada, yo lo sé— podrías avisarle al viejo que vengo a verlo y que debería traer un paño, no quiero mojar toda su casa. Él asiente y abre