Andrea suspiró, apretándose un poco más a mi cuerpo. Nos quedamos así, solo mirándonos como dos enamorados en sus primeras semanas juntos. Y aunque no me quejaba, quería aprovechar al máximo nuestros tiempo juntos. Solo teníamos cuatro días contando ese, para ser lo más felices que pudiéramos.
—¿Quieres saber qué haremos? —Ella asintió con rapidez—. Iremos a ver a Alma en casa de Charles y luego tendremos un recorrido, solo nosotros dos. Quiero hacer algo contigo que tampoco hice nunca con nadie más. Sé que en un par de años dará hermosos frutos y siempre que lo veamos nos recordaremos.
Acarició mi barba con sus dedos, cerró los ojos y rozó mi nariz.
—Solo quiero pasar cada minuto del resto de mi vida contigo —susurró.
—Esta vida es demasiado corta, Andrea.
Apretó ambos lados de mi ro
