—Entonces, Rylee, cariño, ¿has pensado en cuándo quieres hacer tu ceremonia Luna? —preguntó Grace. —¿Mi qué? La miré confundida. —Tu ceremonia de Luna —repitió. No le respondí. Nunca dije nada sobre ser la Luna de la manada. —Ehm... —Mamá, te dije que no quería apresurar a Rylee, ¿por qué sacas esto a colación ni siquiera dos horas después de decírtelo? —Wyatt preguntó con tono molesto. —Oh, solo supuse... —Lo siento, tía Grace, pero no he pensado mucho en toda la situación de Luna. Todo esto es demasiado para mí — le digo suavemente tratando de no sonar grosera. Si ellos fueran Nicole o Eric, les estaría diciendo que se fueran al diablo, pero ella no era una perra malvada, era mi madrina y un amor. —Está bien, Rylee, no le hagas caso a Grace —respondió el tío Ronan. —Lo sient