—¡SUELTA A MI HIJA! —gritó Eric.
—Tu hija necesita aprender una lección, Eric. Le he advertido varias veces y también lo ha hecho mi Beta, pero ella aún parece pensar que está bien acosar a mi compañera —gruñó. En este punto, ni siquiera soy yo quien está hablando, es Blade.
—Quizás Rylee lo merezca —dijo Eric. Gran error.
—No me di cuenta de que quedarse en su habitación en silencio era un crimen.
Eric no pudo decir nada.
—¡PAPÁ, AYÚDAME! —Emma gritó, y Blade clavó sus garras en su cuello. Ella gritó de dolor.
Eric trató de avanzar, pero Xavier lo detuvo.
—Ya no eres el Alfa, Eric. Es deber de Ash proteger a su manada, no el tuyo —le dijo.
—¡ASH, NO TE QUEDES PARADO! ¡HAZ ALGO! —gritó Emma.
—Sí, Ash, intenta hacer algo. ¿O eres demasiado cobarde para ayudar a tu hermana? Eres
