—Señora, me encanta nuestro espacio de oficina. Es espacioso y muy bien ventilado —comentó Lisa, la asistente de Tessa, mientras se movía por el espacio de oficina.
Había decidido mudarse a New York junto con Tessa.
Tessa asintió mientras miraba alrededor del lugar recién renovado.
Ahora se había establecido en New York. Cuando llegó, su mejor amiga, Michelle, la ayudó a buscar un espacio de oficina en el centro comercial y una escuela para los niños.
Tessa tuvo que diseñar un plan para los cambios que quería hacer en la oficina. Después de todo, al estar en una ciudad más grande, era optimista de que tendría más clientes, por lo que necesitaba que el lugar pareciera profesional.
—Será divertido trabajar contigo, Tessa —intervino Michelle.
Después de notar que le costaba administrar
