—¡Qué diablos te pasa, hombre! ¡Pareces muerto!
Tony Hendrix, uno de los amigos de Aaron, preguntó en el momento en que Aaron entró en la habitación privada como si acabara de perder su mundo.
Aaron tenía círculos oscuros bajo los ojos por la falta de sueño. Había pasado el último mes buscando por todas partes a Tessa.
Ni siquiera sabía por qué la estaba buscando, pero se sentía incómodo de que ella se fuera así sin más. La soltó sabiendo que ella siempre estaría en su departamento y bajo su protección. Lo que no esperaba era que ella se fuera. Era como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra.
Ahora que no sabía su paradero, se sentía perdido y vacío.
—Vete a la mierda —le dio la vuelta al pájaro a Tony y se sirvió un vaso de bourbon antes de echar la cabeza hacia atrás y beber
