—¿Qué hay en mi agenda hoy? —Serena le preguntó a su manager mientras estaba sentada en el asiento trasero de su auto. —Um, tienes una sesión para el gel de baño a la luz de la luna en diez minutos y otra sesión para las nuevas joyas de esmeraldas por la tarde —respondió Jane con cautela. Había recibido la orden de que a Serena se le prohibiera ser embajadora de la empresa Wentworth, pero no se lo había dicho a Serena porque pensó que había un error. Serena era la prometida del director ejecutivo. ¿Por qué la despedirían y la expulsarían de la empresa que pronto poseería a través del matrimonio? Esta fue la razón por la que guardó silencio sobre la orden y Serena no se dio cuenta. —Date prisa, ¿quieres? ¿Quieres que corra cuando lleguemos al lugar de la grabación? —espetó Serena. Se